Son muchas las empresas que, con escasa antelación, han tenido que cerrar temporalmente sus instalaciones por causa de la pandemia de COVID-19. Según los consultores de riesgos de Allianz Global Corporate & Specialty (AGCS), la ausencia de medidas adecuadas y la negligencia al cerrar inmuebles e instalaciones productivas genera riesgos para las empresas. Las fábricas y oficinas cerradas no están en modo alguno protegidas contra incendios y otros riesgos; de hecho, estos riesgos pueden verse exacerbados cuando las instalaciones están inactivas o prácticamente desocupadas.
En un nuevo documento, Coronavirus: consejos para las empresas obligadas a cerrar temporalmente sus instalaciones, los expertos de AGCS ofrecen un resumen de las medidas generales de seguridad y prevención para contribuir a evitar daños patrimoniales como, por ejemplo, la comprobación periódica de los sistemas contra incendios y el almacenamiento seguro de líquidos y materiales inflamables cuando haya que cerrar las instalaciones. Como respuesta a esta situación, AGCS está incrementando la oferta de asesoramiento en materia de seguridad mediante tecnologías de supervisión remota que permiten visualizar digitalmente inmuebles y elementos de seguridad mediante fotografías y grabaciones de vídeo, sin que sea necesaria la presencia física de muchas personas.
“Ya hemos observado que numerosos siniestros se producen durante las vacaciones o los fines de semana, cuando la mayoría de los empleados están fuera de las instalaciones”, afirma Nicolas Lochet, consultor de riesgos para la Región Mediterránea en AGCS. “Los cierres productivos y operativos actualmente provocados por la pandemia de coronavirus también pueden incrementar el riesgo para las empresas”. Entre los sectores más afectados figuran los fabricantes y proveedores de automóviles, las aerolíneas, los operadores aeroportuarios, las empresas de ingeniería mecánica y construcción de plantas, el sector hotelero y otras muchas empresas, tanto grandes como pequeñas, manufactureras y de servicios.
El impacto del coronavirus en la industria
La pandemia de coronavirus ha generado importantes perturbaciones en la actividad de personas y empresas de todo el mundo. Para las empresas, el creciente número de restricciones impuestas por las autoridades supone que oficinas, fábricas y otras instalaciones deben permanecer inactivas o desatendidas durante un tiempo superior al normal, ya que se ordena su cierre.
La posibilidad de daños por incendio o como consecuencia de un mantenimiento inadecuado persiste, o incluso se incrementa, cuando se produce el cese de actividad. Hay medidas concretas para la prevención de siniestros que pueden aplicarse para evitar, en la medida de lo posible, daños durante el cierre de instalaciones operativas. A ser posible, deben mantenerse las inspecciones y pruebas periódicas de los sistemas de protección contra incendios, ya que así pueden reducirse en gran medida los efectos de un incendio.
Según un análisis realizado por AGCS de pérdidas en el sector asegurador, los incendios representan casi un cuarto (24 %) del valor de las eventualidades aseguradas en seguros industriales durante un periodo de cinco años. Los incendios han supuesto para las aseguradoras pérdidas por importe de 14.000 millones de euros y en torno a 9.500 reclamaciones.
Cuatro grandes riesgos
En este documento, los consultores de riesgos de AGCS se centran en cuatro grandes grupos de medidas para la prevención de siniestros: reducción del riesgo de incendios, almacenamiento seguro de líquidos y materiales inflamables, cumplimiento de las directrices de suministros y servicios y aplicación de las mejores prácticas en materia de seguridad y mantenimiento de instalaciones.
En concreto, se recomienda, por ejemplo, que las empresas sigan comprobando periódicamente los sistemas automáticos de detección de incendios, los sistemas de rociadores y bombas contraincendios, así como otros sistemas contraincendios con los que cuenten, incluso aunque esto resulte difícil en las presentes circunstancias.
Debe reducirse, tanto como sea posible, la presencia de materiales altamente inflamables, como materias primas y productos acabados, embalajes, palés, residuos y líquidos inflamables en las instalaciones cerradas. Cuando no sea posible, debe mantenerse una distancia mínima de seguridad de 1,5 metros entre los equipos eléctricos y los demás materiales.
Otra medida que cabe considerar es que las empresas desmantelen todos los procesos y equipos peligrosos, incluidas las conducciones de líquidos y gases inflamables. También debería cerrarse el suministro eléctrico de las instalaciones, excepto cuando sea necesario para el funcionamiento de alarmas y sistemas contraincendios y otros sistemas de seguridad. Las puertas de entrada y salida deberían estar protegidas con sistemas de cierre de gran calidad y la iluminación interior y exterior debería reducirse al mínimo necesario para inspecciones, patrullas de seguridad y acceso.
Asesoramiento de riesgos personalizado
A pesar de las restricciones vigentes impuestas por la pandemia de coronavirus, los consultores de riesgos de AGCS siguen disponibles para ofrecer asesoramiento técnico a las empresas apoyándose cada vez más en nuevas tecnologías para ello: “Por supuesto, podemos tratar por teléfono o videoconferencia escenarios con inmuebles inactivos y recomendar medidas de mejora. También estamos incrementando el uso de herramientas de supervisión remota como, por ejemplo, MirrorMe”, explica Nicolas Lochet. Utilizando fotografías y vídeos, pueden realizarse evaluaciones remotas de riesgos en fábricas e inmuebles para posteriormente compartir los resultados con el cliente a través de una plataforma digital.
El resumen completo de posibles medidas para las empresas que se vean obligadas a cerrar temporalmente edificios, fábricas e instalaciones por el coronavirus puede consultarse aquí.
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