Con las medidas preventivas para evitar la propagación del Covid-19 y nuevos rebrotes, el teletrabajo se plantea cada vez más como una nueva manera de trabajar de forma generalizada y a largo plazo. La facilidad de conexión actual permitió la rápida reacción e instauración de las medidas necesarias para el trabajo desde el hogar con ciberseguridad. Y ha posibilitado en muchos casos continuar la actividad profesional sin que se vea mermada la productividad. Si bien inicialmente respondía a una medida temporal para facilitar el distanciamiento social, tras observar su buen funcionamiento, parece que el teletrabajo va a ser más habitual con el paso del tiempo.
Con el trabajo en remoto ha aumentado también la preocupación de las compañías sobre los ciberriesgos y la ciberseguridad. Y han surgido debates acerca de la confianza digital y la transparencia en ámbitos económicos y sociales. De esta forma, la revolución digital y la economía de los datos en internet se ven limitadas por ciberamenazas que afectan tanto al ciberespacio como al mundo físico y que pueden tener efectos directos tanto en la seguridad y economía de las personas, como de las propias empresas. Según datos de Lloyd’s, existe una falsa sensación de seguridad cibernética. Mientras solo el 20% de las empresas españolas están preocupadas por una posible violación de datos, el 86% de las empresas han soportado una violación de este tipo en los últimos cinco años
La importancia de la ciberseguridad
La dependencia de las tecnologías y servicios de internet hace que la vulnerabilidad aumente, y que los daños tanto económicos como reputacionales a las empresas sean cada vez más importantes. Por esto, la prevención es clave para la gestión del riesgo. Garantizar la seguridad en los procesos, establecer estrategias y posibles planes de contingencia, sensibilizar a los empleados, e implementar soluciones de seguridad se han convertido en más importantes que nunca para hacer frente a esos riesgos y amenazas.
En el momento de optar por el teletrabajo hay que tener en cuenta diversos consejos o medidas que deben adoptar tanto la empresa como los trabajadores para garantizar la seguridad digital en remoto.
Los dispositivos corporativos han de contar con software y antivirus actualizados y ser utilizados de forma exclusiva para trabajar. Además, la empresa debe tener preparada una red de respuesta para solucionar posibles problemas que puedan surgir en estos ordenadores, y contar con técnicos que los reparen e incluso los sustituyan cuando sea necesario.
Medidas de protección en el teletrabajo
Los canales de comunicación y compartición de archivos habrán de estar encriptados, se utilizará la intranet corporativa para compartir los archivos de trabajo y por supuesto en el momento de conectarse a internet se deberán evitar redes abiertas, y utilizar las redes wifi domésticas sobre las que se tiene un mayor control, y cuentan con medidas de seguridad como contraseñas difíciles de descifrar.
Se requerirá también una atención especial por parte de los trabajadores a los correos que reciben. En estos momentos muchos emails que hacen referencia al coronavirus son estrategias de phising o estafas, y ante la duda, bien sea por un remitente desconocido, una sospecha de suplantación, o que el correo incluya una sugerencia de acción extraña, lo recomendable es contactar con el responsable asignado para la seguridad.
El seguro también garantiza la ciberseguridad
Todas estas pautas para proteger los dispositivos se han de seguir de manera rigurosa. No en vano, España se ha situado entre los primeros puestos de los países del mundo más atacados con amenazas relativas al Coronavirus. Según el Incibe (Instituto Nacional de Ciberseguridad), ante la crisis sanitaria mundial del COVID-19, los ciberdelincuentes han buscado aprovecharse y sacar un beneficio económico con estafas y fraudes online.
En ocasiones, cumplir con las recomendaciones no es suficiente y es necesario el respaldo de soluciones tecnológicas que reduzcan al mínimo la posibilidad de éxito de un ataque y den una respuesta jurídica a los posibles problemas que pueda provocar. Por ello AXA Partners ofrece Safe Navigation 360, una solución única en el mercado que integra tecnología y experiencia en la gestión de la defensa jurídica, desde protección activa y preventiva frente a los posibles malwares, páginas fraudulentas y servicios que ocultan la entidad de los atacantes, contenidos inapropiados para los menores, hasta phising.
Además, “gracias a los servicios de Defensa Jurídica incluidos, los clientes contarán con la ayuda de abogados especializados para actuar en caso de ciberbullying o fraude en medios de pago, así como ante posibles responsabilidades civiles derivadas de situaciones involuntarias como por ejemplo compartir un virus informático”, señala Alberto de la Hoz, Manager Comercial Acuerdos Partnership.
Ciberprotección ante las amenazas
Con este tipo de software nos protegemos frente a estas amenazas, pero en el hipotético caso de que suframos un percance en la red como los ya comentados, podremos acudir a los expertos en materia legal que son capaces de entender e interpretar la legislación del contexto tecnológico y de seguridad, tanto en el ciberespacio como en las nuevas formas de relación interpersonal y suponen una barrera más ante la criminalidad de la red.
Por lo tanto, la tecnología es imprescindible en ciertas ocasiones para poder prevenir estos riesgos cibernéticos aunque es recomendable complementarla con el consejo de expertos en defensa jurídica que conozcan el marco legal adecuado a las exigencias de la ciberseguridad y sepan utilizar los instrumentos legales a su disposición, como son los expertos legales y tecnológicos de AXA Partners.
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