El embarazo y los cinco primeros años de vida de un niño son considerados como los más delicados desde el punto de vista de la dependencia. Durante este tiempo, nos enfrentamos a diferentes factores de riesgo que pueden dejar secuelas en el recién nacido y generar una discapacidad física o intelectual que, a su vez, puede desembocar en situaciones muy complicadas de gestionar para la familia a todos los niveles.
En este contexto, CHANCE Underwriting Agency, la agencia de suscripción de Willis Towers Watson, ha creado Baby Life. Con la capacidad aseguradora de Zurich Seguros. Se trata de un innovador producto asegurador para no nacidos que tiene como objetivo proteger al bebé ante una posible situación de dependencia, ayudando a los progenitores a hacer frente a los, a veces muy grandes y diversos, gastos económicos que pudieran surgir derivados de la situación.
La dependencia en la infancia
Como explica Alejandra Ruiz Schummer, directora de CHANCE Underwriting Agency, “pensar en un seguro de dependencia para un bebé y firmarlo antes de que nazca, anticipándonos a uno de nuestros grandes miedos como padres, genera cierta angustia. Baby Life se ha concebido para dar un soporte a padres realistas y previsores, porque sabemos que puede haber obstáculos y hay que tomar decisiones a tiempo para poder salir adelante cuando aparece la enfermedad o una dependencia que condiciona la vida y exige grandes recursos económicos”.
Baby Life es un seguro pionero en Europa que da cobertura al asegurado mediante una indemnización que ayuda económicamente al desarrollo del recién nacido ante problemas que hubieran podido surgir durante el embarazo, en el parto, o a partir del alumbramiento y hasta su quinto año de vida, y derivar en una dependencia severa o total. El seguro puede contratarse entre el segundo mes de gestación y la fecha del parto.
Si bien gracias a los avances tecnológicos en el diagnóstico precoz y el magnífico nivel de los profesionales de obstetricia, neonatología y pediatría en nuestro país, el porcentaje de éxito en caso de problemas es cada vez mayor. Sin embargo, España, con unos 400.000 nacimientos al año, es uno de los países de la Unión Europea en que las familias toman cada vez más tarde la decisión de tener hijos.
Maternidad tardía y dependencia
Las mujeres españolas suelen ser madres primerizas entre los 30 y los 35 años, y un 7,4% de ellas lo son tras haber cumplido 40 años. De igual modo se retrasa la edad a la que los hombres afrontan su paternidad, lo que también afecta negativamente a la fecundación a diferentes niveles. Un factor dual que se suma a otros afectando a la que, siempre, es la mayor preocupación de los futuros padres: la salud del bebé que está en camino.
“Debido a la incertidumbre económica y política, el desarrollo profesional de las mujeres y otros factores sociales, cada vez decidimos ser padres a edades más avanzadas, sufrimos más estrés y vivimos con condiciones medio ambientales de peor calidad. Todo ello eleva el riesgo de nuestros embarazos e incrementa las preocupaciones que nos surgen cuando tomamos una de las decisiones más importantes de nuestra vida. Entre las más comunes solemos encontrar el miedo a que el bebé sufra lesiones. O nazca con anomalías que puedan causar una dependencia severa o total a lo largo de su vida. Baby Life es una solución ante la incertidumbre orientada a los padres que quieran obtener la tranquilidad de dotar a su hijo del mejor estilo de vida posible. Incluso- y sobre todo- si se dieran situaciones complicadas”, argumenta Ruiz Schummer.
Modelo amplio y flexible de cobertura y primas
Las coberturas del seguro Baby Life proporcionan el apoyo económico necesario para ayudar al bebé afectado al desempeño de las actividades de su vida diaria, facilitarle los apoyos adecuados para su autonomía personal y garantizarle así un nivel de vida digno en caso de dependencia severa o total. En este sentido, el beneficiario del seguro recibirá una indemnización en forma de capital, tanto en los casos en que el asegurado quedase en situación de gran dependencia (Grado III según BVD -Baremo de Valoración de la Dependencia-) o dependencia severa (Grado II según BVD), como en concepto de anticipo de gastos derivados de la Atención Temprana al Asegurado.
Las coberturas oscilan entre los 12.000 y los 600.000 euros, dependiendo de la atención temprana que pudiera requerir el bebé y su grado de dependencia. El seguro tiene además un proceso de contratación muy sencillo y un modelo de configuración muy flexible, lo que permite adecuar de forma rápida los planteamientos y coberturas de la póliza a las necesidades y posibilidades de cada familia.
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