Santalucía participa por segundo año en el programa educativo “El riesgo y yo”. Una iniciativa sectorial puesta en marcha de manera conjunta por Unespa y la Fundación Junior Achievement en 2017 y que en su tercera edición se desarrollará, por primera vez, en formato online.
Debido a la gran aceptación del programa por parte de estudiantes y docentes y, en especial al elevado número de peticiones registradas durante el presente curso escolar,“El riesgo y yo” se ha digitalizado con el objetivo de facilitar su impartición. Desde su puesta en marcha en 2017, un total de 465 estudiantes se han formado en este programa, gracias a la implicación de los voluntarios de las diferentes aseguradoras que forman parte de Unespa.
Santalucía se implica con ‘El riesgo y yo’
A través de cuatro sesiones prácticas, siguiendo el modelo de aprendizaje de la Fundación Junior Achievement “aprender haciendo” (por el que los jóvenes se convierten en los protagonistas de su aprendizaje); los voluntarios abordan junto a los estudiantes una serie de casos y situaciones que les permitirán reflexionar sobre la importancia de ser capaces de gestionar y prevenir el riesgo. Así como conocer sus propias actitudes y emociones ligadas al mismo.
Los jóvenes, también, conocerán el concepto de mutualización y profundizarán en herramientas de gestión del riesgo como, por ejemplo, el ahorro. La compañía se une, por segundo año, a esta iniciativa, confirmando así su compromiso con la educación y el futuro de los jóvenes en el marco de su estrategia de Responsabilidad Social Corporativa “Comprometidos con el Entorno”.
En total, 35 voluntarios de Santalucía de 13 ciudades han participado en el programa “El riesgo y yo” desde su primera edición. «Lo que demuestra la implicación y compromiso de la empresa con esta iniciativa sectorial».
Impacto positivo
Gracias a los resultados obtenidos en el estudio de impacto realizado por la Fundación Junior Achievement en colaboración con la Universidad de Murcia; conocemos el impacto real del programa “El riesgo y yo” en los jóvenes que participan en él. En concreto, se registra un incremento del 17% en las expectativas educativas de los estudiantes. Así como un incremento del 24% en su mentalidad en desarrollo. Es decir, en su creencia de que con esfuerzo pueden conseguir los objetivos que se propongan.
Además, no sólo el índice de satisfacción entre alumnos, voluntarios y centros educativos superó en sus tres ediciones el 95 %. El 100 % de centros y voluntarios participantes mostró su deseo de repetir en cursos sucesivos.
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