El próximo 7 de abril se inicia la campaña del Impuesto sobre la Renta. Una cita que este año está principalmente marcada por los cambios regulatorios e interpretativos para paliar los efectos económicos de la COVID-19. La abogada fiscalista de ARAG, María Esther González, indica que “el hecho de tener más de un pagador o las nuevas aclaraciones realizadas por Hacienda a raíz de la pandemia pueden tener consecuencias en la declaración”.
Como ya es habitual, todos los trabajadores que cobren más de 22.000 euros anuales deberán presentar la declaración de la renta. Además, si se cobra de dos pagadores o más, deberá presentarse cuando se superen los 14.000 euros anuales, siempre que del segundo pagador y siguientes se reciban más de 1.500 euros al año. En el caso de los trabajadores en ERTE “deben recordar que tienen dos pagadores, su empresa y el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal), por lo que si superan los límites establecidos deberán presentar la declaración”, recuerda González.
La abogada de ARAG añade que “es importante analizar las normativas autonómicas respecto a este tema por si el contribuyente puede aplicarse alguna ventaja fiscal”.
¿Cómo afecta la COVID-19 a las deducciones de la renta?
Los ERTE también han incidido en las deducciones de la declaración. Una de las que tiene más repercusión, la de maternidad. La fiscalista de ARAG detalla que “las madres con hijos menores de 3 años que tengan derecho a la deducción por maternidad de 1.200€ anuales no la tendrán en caso de cese de actividad o de estar en ERTE”.
Las deducciones por familia numerosa o personas con discapacidad a cargo no se verán afectadas en la Renta. En este caso se mantendrá el derecho si los contribuyentes perciben ingresos del SEPE.
Finalmente, González apunta que “aquellas personas que hayan percibido el ingreso mínimo vital, Hacienda ha determinado su no tributación siempre que no superen los 11.280€”.
Cambios de criterio respecto el alquiler
Para los propietarios con vivienda alquilada, si como consecuencia de la pandemia el propietario e inquilino han llegado a un nuevo acuerdo escrito, Hacienda lo respetará. La fiscalista recuerda que “el criterio habitual de Hacienda era que debía constar la mensualidad pactada en el contrato de arrendamiento”. Sin embargo, a raíz de la COVID-19, la Administración ha cambiado de postura, respetando así los posibles pactos a los que han llegado arrendador y arrendatario.
“Los gastos deducibles seguirán siendo los que marca la normativa, incluyendo el coste de pólizas de impago de alquiler”, recuerda María Esther González.
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