Durante estos meses del año muchas personas retoman la práctica de su deporte de invierno preferido, como el esquí o el snowboard. Pero resulta conveniente recordar que el disfrute de estas actividades compartidas por adultos y niños también conlleva una responsabilidad con la sostenibilidad. En este sentido, las principales competiciones deportivas oficiales ya lo han establecido como uno de sus pilares fundamentales; por lo que incluyen normativas concretas para garantizar la salud de las personas y la salud del planeta.
Estos logros son un reflejo tanto del avance social como de la participación de Gobiernos, instituciones deportivas y empresas que han apostado por el deporte como palanca para un futuro social y ambiental más justo.
El deporte inclusivo, un paso más hacia el futuro de la sociedad
Iniciativas como los Juegos Inclusivos, impulsados por Fundación Sanitas, que reunieron el pasado 7 de octubre a más de 170 deportistas españoles olímpicos y paralímpicos en una competición conjunta, demuestran que el futuro pasa por una igualdad real en el deporte. Durante los últimos años Fundación Sanitas, junto a la Cátedra Fundación Sanitas de Estudios sobre Deporte inclusivo y las federaciones deportivas, han trabajado para lograr unos reglamentos que permitan la competición sin importar las condiciones de los deportistas, lo que pone de manifiesto el importante avance en esta materia.
Y junto a la inclusión, el cuidado del entorno también se ha ido incorporando al mundo del deporte. Un ejemplo, lo ofrecen también estos primeros Juegos Inclusivos celebrados por la Fundación; que incluyeron su aportación al cuidado del planeta a través de la reforestación. Así, como compensación de parte de la huella de CO2 generada por la celebración del evento, la entidad ha donado fondos para plantar tantos árboles como participantes hubo en los Juegos. Los árboles donados se ubicarán en el Bosque Metropolitano de Madrid, gracias a la colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad que vio nacer los primeros Juegos Inclusivos de la historia. Esta actividad forma parte del plan de sostenibilidad de la compañía, que defiende la vinculación directa entre la salud de las personas y la salud del planeta.
Pero más allá del trabajo de las instituciones por el fomento de un planeta más saludable, a nivel individual todos podemos realizar nuestra aportación teniendo en cuenta aspectos básicos para disfrutar del deporte de invierno de una manera más inclusiva y sostenible.
Deporte inclusivo
Buscar actividades e instalaciones adaptadas que permitan la práctica de deportes colectivos e inclusivos es una de las prácticas que, a nivel usuario, se pueden desarrollar para lograr una mayor inclusión también a nivel social.
Proteger el medio ambiente cuando practiquemos deporte
Sobre todo, en los que se practican en el exterior, especialmente los que tienen lugar en el entorno natural. En estos casos, es fundamental no tirar basura, ni dejar rastro de nuestro paso por este tipo de espacios.
Plogging, una opción de deporte sostenible
Esta disciplina, nacida en Suecia, consiste en recoger basura en el camino mientras se realiza deporte. Se trata de una muy buena opción para cuidar el medio ambiente que puede adaptarse a las rutas tanto de verano como de invierno.
Comprar material deportivo de manera responsable
Analizar el uso que realmente se le va a dar a las prendas que necesitas, reutilízalas y cuando ya no las necesitas recíclalas.
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