Fundación Inade ha analizado en un encuentro la situación del mercado de riesgos empresariales. Desde el año 2019 las compañías aseguradoras han endurecido sus condiciones a la hora de suscribir riesgos y esto está causando una situación incómoda en las empresas, sus gerentes de riesgos y brókeres.
Con el objetivo de llegar a un punto de entendimiento, Fundación Inade reunió ayer a su Consejo Asesor, integrado por productores y distribuidores de seguros, su Comité Técnico, compuesto por empresas e ingenierías de riesgos, y a un grupo de invitados, del que formaban parte, principalmente, asociaciones empresariales de polígonos industriales gallegos.
La situación de la gestión de los riesgos empresariales
El encuentro tuvo lugar en Santiago de Compostela, en la sede del Consello Económico e Social de Galicia, y fue inaugurado por su secretario general, Manuel Martínez Varela, y por el presidente de Fundación Inade, José Ramón Santamaría Barreiro. Cada uno de los invitados tuvo la oportunidad de intervenir y dar su opinión sobre la situación del mercado de riesgos empresariales.
En primer lugar, intervinieron los representantes de las empresas, quienes coinciden en que están encontrando grandes dificultades a la hora de transferir sus riesgos, destacando daños materiales, pérdida de beneficios, responsabilidad civil profesional, D&O y ciber.
Las empresas denuncian que no hay apetito de riesgo
“No hay apetito de riesgo y nos encontramos con grandes problemas de colocación. Cada vez nos exigen más medidas de prevención y, aunque las implantemos, las primas siguen siendo muy altas, por no hablar de las franquicias. Hay actividades que ninguna aseguradora quiere asumir y no estudian el riesgo de esa empresa en concreto”, destacaron los invitados.
Las asociaciones empresariales también compartieron su punto de vista: “En los polígonos industriales hay empresas de todos los tamaños y la capacidad que tienen para gestionar sus riesgos no es la misma. Existe una falta de cultura de riesgo y desde las asociaciones, en colaboración con Fundación Inade, queremos mejorar esta situación a través de la formación y la concienciación. Además, los polígonos tratamos de ofrecer servicios comunes para mitigar riesgos, como los parques de bomberos o los servicios de vigilancia”.
Mejorar la calidad de los riesgos
A continuación, intervinieron las ingenierías de riesgos, que juegan un papel fundamental a la hora de que las empresas mejoren la calidad de sus riesgos para transferirlos a la industria aseguradora en las mejores condiciones posibles.
Desde su punto de vista, empresas y aseguradoras deben hacer autocrítica, las primeras asumiendo que no están gestionando bien sus riesgos y las segundas reconociendo que sus asegurados “no pueden pasar de 0 a 100” y deben de acompañarlos en este proceso “con planes de acción razonables”.
El papel de los distribuidores de seguros en la gestión del riesgo empresarial
También participaron en esta reunión los distribuidores de seguros, que coincidieron en su postura: “La situación de mercado blando y la enorme siniestralidad asumida en ciertos ramos por las compañías reasegurados nos ha traído a dónde estamos y es una situación que ha llegado para quedarse”.
Sin embargo, suscriben la opinión de las ingenierías de riesgos: “Las compañías deben acompañar a los asegurados en este proceso, utilizando al mediador como un aliado, ya que puede ofrecer a la empresa los conocimientos que le faltan en cuánto a la gestión de sus riesgos y, a la vez, aportar a la compañía lo que necesita”.
Los distribuidores solicitaron a las compañías: “más concreción en las normas de suscripción, un periodo de implantación de medidas, más estabilidad en los presupuestos y más capacidad”. A su vez, animan a las empresas a invertir en prevención y a hacerlo de manera asesorada, “vigilando tanto a los instaladores como a los equipos de mantenimiento de las medidas preventivas”.
La visión de las compañías de seguros
Por último, participaron las compañías aseguradoras que, además de tomar nota de las peticiones del resto de intervinientes, aportaron su punto de vista: “la situación de mercado blando llevó a la industria a una situación insostenible. Las primas no sostenían el riesgo y además se produjo una concentración de siniestros en determinados ramos que obligaron a corregir la situación. Es cierto que la capacidad es reducida, pero en la medida en la que las empresas mejoren la calidad de sus riesgos, esto debería de verse reflejado tanto en las primas como en las franquicias”.
Como conclusión de la jornada, Adolfo Campos, moderador de la reunión y director de Fundación Inade, afirmó que las compañías aseguradoras y las empresas deben establecer alianzas a largo plazo. La cultura de la gestión del riesgo debe seguir implantándose en las empresas y esto debe hacerse a través de la formación y la profesionalización. La mejora en la calidad del riesgo permitirá a las empresas transferirlo en mejores condiciones, y esto debe hacerse con medidas internas de prevención y mitigación, pero también con medidas externas, como los parques de bomberos en los polígonos industriales.
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