El sector asegurador da un nuevo paso en favor de la transparencia. UNESPA ha presentado su Memoria social del seguro 2022. El documento se estructura en torno a los tres ejes de la sostenibilidad: Ambiental, Social y Gobernanza (ASG). Esta publicación forma parte de Estamos Seguros, la iniciativa de divulgación de la cultura aseguradora que desarrolla la asociación.
La primera parte del libro aborda la relación entre la sostenibilidad medioambiental y el seguro. En primer lugar, se describe cómo es la cobertura de los daños ocasionados por el clima. Las aseguradoras se hacen cargo de indemnizar o reparar el 70% de los desperfectos generados por fenómenos atmosféricos, mientras el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) se ocupa del 30% restante. Entre tanto, el campo español está protegido por Agroseguro. Esta entidad se ocupa de proteger del clima, los accidentes y las enfermedades tanto a las cosechas como a las cabañas ganaderas en España.
El seguro en la transición en a una movilidad más sostenible
Las emisiones de los vehículos a motor constituyen una de las principales fuentes de contaminación en la actualidad. Esta es la razón por la que el seguro acompaña la transición del parque automovilístico nacional desde la combustión tradicional hacia una movilidad limpia. En el país circulaban 776.000 vehículos híbridos o eléctricos a cierre de 2021.
Las aseguradoras constituyen un inversor institucional de referencia en los mercados. Con los recursos a su cargo pueden financiar proyectos de naturaleza sostenible. En la actualidad, el 94% del sector toma en consideración los criterios ASG a la hora de configurar su cartera de inversiones.
El papel del seguro en la sociedad
El segundo bloque de la memoria hace un repaso a la impronta social del seguro. La vocación de las aseguradoras es proteger a las personas y su patrimonio. En este apartado se deja constancia, en primer lugar, de la relevancia del sector en la gestión de los ahorros. En especial, del ahorro previsional. Al acabar 2022, las entidades velaban por 242.462 millones de euros de sus clientes.
El cuidado de la salud es otra área donde el seguro juega un papel determinante. Hasta 12 millones de personas tienen un seguro de prestación de servicios sanitarios en España. O lo que es lo mismo, el 25,5% de la población. Son personas de todas las edades. Igualmente, es destacado el papel que juega el seguro del automóvil en la atención a lesionados (226.667 al año) y a los familiares (3.182) de quienes perdieron la vida en accidente de tráfico.
De acuerdo con la Memoria social del seguro, el seguro de vida pagó por su parte 1.411 millones de euros para indemnizar fallecimientos en 2022. El seguro de decesos se hace cargo, a su vez, del 69% de los sepelios de España. Tras el ramo del automóvil, esta es la cobertura con un mayor número de asegurados en el país.
La relevancia social del seguro queda, asimismo, patente en su labor de protector del patrimonio. El informe deja constancia de los percances atendidos por el seguro de multirriesgos en viviendas, comercios, comunidades de propietarios e industrias. La protección de la actividad empresarial abarca distintos riesgos: averías, robos, incendios, montajes, transporte…
Nuevos riesgos
La industria aseguradora es consciente de los nuevos riesgos a los que se enfrenta la sociedad. Entre estos figuran las amenazas cibernéticas. El informe identifica cuáles son los percances más habituales en este ámbito, así como los sectores que, con más frecuencia, padecen incidentes resueltos por el seguro.
Los recursos humanos constituyen otro elemento esencial de la sostenibilidad donde el sector despunta. La industria del seguro apuesta por la promoción de la mujer en su organigrama. En la actualidad, el 30% de los puestos de los comités de dirección está ocupado por ellas. Aunque todavía ese porcentaje no se corresponde con el peso relativo de la mujer en el conjunto de la plantilla aseguradora (58%), sí se registra un claro incremento en los últimos años, según reflejan las últimas estadísticas de ICEA. En este sentido, ya existen departamentos, como los de Verificación y Cumplimiento o Recursos Humanos y Formación, donde las mujeres directivas son mayoría.
El sector asegurador genera trabajo de calidad y estable pues, incluso en las situaciones más adversas, como la crisis financiera de 2008 o la situación generada por la pandemia de COVID-19; ha mantenido el empleo. También realiza una apuesta firme por la previsión social complementaria entre su plantilla, de forma que todos sus trabajadores están cubiertos, al menos, por un producto para complementar su jubilación. Ofrece planes de carrera y proyección para las personas con talento, y apuesta por la formación y la conciliación. De hecho, para impulsar el talento, está promoviendo la creación de programas de Formación Profesional Dual especializada en seguros. En 2022, esta titulación se impartía en 10 institutos de tres comunidades autónomas.
Las entidades, además, apoyan la educación financiera a través de su participación en el programa El riesgo y yo desarrollado en colaboración con la Fundación Junior Achievement. Cerca de 170 voluntarios provenientes de 40 entidades han acercado conceptos como el riesgo y la mutualización a más de 2.500 adolescentes en el curso académico 2021-2022.
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