Cada año en España hay alrededor de 68.000 enlaces matrimoniales. Sin embargo, esta cifra es superada casi en un 500% por el número de divorcios: 5 separaciones cada 60 segundos.

Según los datos de Divorcios, Separaciones y Nulidades Matrimoniales del Instituto Nacional de Estadística (INE) recogidos en 2016, la década de los cuarenta es la edad en la que más matrimonios se rompen en España. En este proceso se ven afectados 150.000 niños. Más de la mitad de los matrimonios que se rompen (57%) lo hacen con hijos menores o mayores dependientes económicamente.

Como explican desde DAS Seguros, en el año 2005 se aprobó la Ley 13/2005 que modificó el Código Civil, reconociendo el derecho de los abuelos a seguir compartiendo tiempo con los nietos. En el Día de los Abuelos es necesario recordar la legislación vigente, en concreto el artículo 160 del Código Civil: “no podrán impedirse sin justa causa las relaciones personales del hijo con sus abuelos y otros parientes y allegados. En caso de oposición, el juez, a petición del menor, abuelos, parientes o allegados, resolverá atendidas las circunstancias”.

Estabilidad para los niños

Ante un divorcio, los abuelos desempeñan una función clave en la estabilidad de la familia. Por un lado, pueden concentrarse en atender a los nietos, compensar los problemas psicológicos de los pequeños ante la separación de los padres, establecer vínculos de confianza y comunicación, así como intentar ser imparciales sin expresar opiniones negativas de los progenitores. Los derechos del menor deben prevalecer siempre, especialmente en un momento de cambios como la separación o el divorcio. Los abuelos pueden ser un punto de equilibrio en medio de las hostilidades.

La actual regulación permite a los abuelos solicitar un régimen de visitas en los casos más conflictivos. El juez valorará la relación que los abuelos tenían con los nietos antes de la ruptura para poder establecerlo.

¿Pueden los abuelos facilitar el contacto entre los padres y los menores si se ha impuesto alguna limitación?

No. Si uno de los dos progenitores tiene acceso limitado a los niños, no podrá esquivar la limitación utilizando a los abuelos. En caso de hacerlo no solo incurrirán en un incumplimiento, sino que podrían ser sancionados por participar en la infracción y perder el derecho de visitar a los nietos. “Especialmente deberá asegurar que las medidas que se puedan fijar para favorecer las relaciones entre abuelos y nietos, no faculten la infracción de las resoluciones judiciales que restrinjan o suspendan las relaciones de los menores con alguno de sus progenitores”.