Las 47 residencias de Sanitas de toda España reciben la certificación de AENOR por sus protocolos frente a la COVID-19. Esto pone de manifiesto que la compañía cumple de forma rigurosa los protocolos adecuados para hacer frente a la propagación del virus.
El certificado de AENOR es un aval externo sobre la efectividad de las medidas que aplica la compañía y, de forma paralela, respalda que estas iniciativas cumplen con las directrices marcadas por el Ministerio de Sanidad en materia de prevención e higiene sobre la COVID-19, explica la entidad certificadora.
“En Sanitas Mayores nuestra prioridad es la seguridad de los residentes y de nuestros empleados. Hemos puesto en marcha numerosos protocolos y medidas para cuidar de los mayores con los más altos estándares de seguridad. La certificación por parte de AENOR confirma que cumplimos con estas medidas para que nuestros empleados y usuarios se encuentren en lugares seguros”, señala Patxi Amutio, director general de Sanitas Mayores.
Evaluación de Sanitas Mayores
La evaluación que ha realizado AENOR valora aspectos como la gestión de riesgos, la gestión de la salud en el trabajo, la formación, información y comunicaciones desarrolladas, las medidas organizativas (control de aforo, distancias, pantallas), de protección (uso de material de protección individual), así como las buenas prácticas de limpieza e higiene, entre otros.
Sanitas estableció, previo al estado de alarma, un comité formado por distintas áreas de la compañía donde se analizaban los riesgos de forma diaria y se buscaban soluciones a las distintas situaciones a las que se enfrentaba la compañía en los distintos momentos de la crisis. Además, ha establecido protocolos que se dirigen a salvaguardar la seguridad de residentes y empleados.
Medidas de Sanitas en la pandemia
Entre las medidas puestas en marcha se encuentra realizar test a todos los empleados y residentes, impartir formación específica en prevención de los riesgos ante la COVID-19 y el manejo de equipos de protección individual (EPI) por parte de los trabajadores. Además de facilitar formación para gestionar los efectos que los meses de confinamiento han podido tener en los mayores, como son un empeoramiento de su tono muscular o su estado físico y cognitivo.
Por otro lado, en las visitas antes de acceder al centro, se toma la temperatura, que deberá ser menor a 37º. Además, se desinfecta el calzado y se proporciona una mascarilla que se debe llevar durante el tiempo que los visitantes permanezcan en el centro. En las residencias se han tomado medidas para que la protección sea mayor. Se ha reducido mobiliario para contar con mayor espacio que garantice la distancia de seguridad necesaria. Se trabaja con grupos reducidos para que la distancia interpersonal sea la adecuada. Y todo el material utilizado en las terapias se desinfecta antes y después de su utilización.
Además, se ha provisto a las residencias con numerosos dispensadores hidroalcohólicos y señalética que ayude a identificar la distancia mínima entre personas. El modelo de gestión de Sanitas durante la crisis ha estado centrado desde el inicio de la pandemia en ofrecer soluciones que asegurasen la seguridad de empleados y clientes, a la vez que se garantizaba la continuidad de los servicios.
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