Los viticultores de las Islas Canarias que aseguraron su cosecha 2016 han recibido más de 464.700 euros de siniestralidad, debido a los daños causados por los diferentes eventos climáticos ocurridos. Se trata de la mayor siniestralidad abonada en la historia del seguro de Uva de Vino de Canarias. Las islas más afectadas han sido Lanzarote, con un daño medio del 80%, y La Palma, según señala Agroseguro en un comunicado.

La adversa climatología registrada en el archipiélago, y sobre todo un invierno excesivamente cálido y con menos horas de frío de lo habitual, provocó un defecto generalizado en la brotación, con falta de racimos y problemas de cuajado. En el momento de las tasaciones se constató, tanto retraso e irregularidad en la brotación, como ausencia de la misma.

En general, en las zonas más afectadas se han encontrado parcelas con ausencia total de racimos. En otras parcelas, en las que las cepas contaban con pocos racimos emitidos, muchos estaban mal cuajados y presentaban maduraciones muy irregulares.