AIG comparte su experiencia en Responsabilidad Medioambiental con el sector químico de Murcia



El director de Responsabilidad Medioambiental de AIG Iberia y la responsable de Siniestros de este ramo participaron en la jornada sobre la Responsabilidad Medioambiental organizada por Amiq y Aon Murcia.

La aseguradora ha participado en la jornada sobre Garantía Financiera Obligatoria. Responsabilidad Medioambiental organizada por AMIQ (Asociación Murciana de Industrias Químicas) y Aon Murcia (Alberto Velázquez Lens, Cristóbal Campoy y Javier Alonso), a la que asistieron unos 20 representantes de las distintas empresas químicas.

José Luis Lorenzo, director de Responsabilidad Medioambiental de AIG Iberia, y Alejandra Redondo, responsable de Siniestros de este ramo, compartieron con los asistentes su experiencia y conocimientos sobre el tema. Desde el principio, se trató de otorgar al foro un carácter eminentemente práctico para que los participantes pudiesen comentar y resolver todas sus dudas en relación con la compleja normativa que regula la Responsabilidad Medioambiental. Los asistentes mostraron una gran preocupación por los inminentes plazos —fijados para 31 de octubre de 2018— para disponer de la garantía financiera y la forma de conseguirla.

La jornada fue inaugurada por el presidente de Amiq, Francisco Sánchez Cano, y contó con tres ponentes. El primero de ellos David Burgos, responsable de Specialty Medioambiental de Aon España, trató de instruir a los asistentes sobre la ‘Nueva normativa medioambiental’. A continuación, José Luis Lorenzo disertó sobre Gerencia de Riesgos Medioambientales: Coberturas y su aplicación. Inmediatamente después, Alejandra Redondo se centró en la parte de siniestros.

David Burgos explicó a los asistentes que la orden ministerial publicada el pasado 30 de octubre para desarrollar la Ley de Responsabilidad Medioambiental de 2007 obliga a las compañías de mayor riesgo a disponer de una garantía financiera que certifique que tienen recursos económicos suficientes para hacer frente a la responsabilidad medioambiental derivada de su actividad antes del 31 de octubre del 2018.

La propia ley establece tres modalidades para ello: “una póliza de seguro suscrita con una entidad aseguradora autorizada para operar en España; un aval, concedido por alguna entidad financiera autorizada para operar en España; o una reserva técnica mediante dotación de un fondo, con materialización en inversiones financieras respaldadas por el sector público”. Cualquiera de las tres modalidades deberá cubrir tanto la prevención de daños como la reparación de los que origine la actividad de la empresa. El ponente consideró que la contratación de un seguro es, probablemente, la modalidad más cómoda para las compañías a las que afecte la ley.

José Luis Lorenzo destacó las ventajas de las pólizas de Responsabilidad Medioambiental frente a la cobertura tradicional de contaminación accidental de la Responsabilidad Civil clásica. Esta última no ofrece cobertura para los nuevos requerimientos legales ni para la contaminación gradual ni para los posibles daños propios por contaminación. Asimismo, subrayó que la legislación es cada vez más restrictiva y más exigente “a la hora de reparar los daños causados” y afecta a directores y gerentes, que están expuestos a título personal.

El directivo de AIG detalló también las pólizas que ofrece su compañía, que se caracterizan “por su flexibilidad, ya que permiten a cada empresa, desde multinacionales a pequeñas compañías, contratarlas según sus necesidades”. Sus coberturas básicas contemplan: contaminación accidental y gradual, costes de limpieza, daños a terceros (personales y/o materiales), costes de aminoración/evitación, costes de prevención, daños a los recursos naturales, costes de defensa y fianzas. De forma opcional, también se puede contratar: transporte, interrupción del negocio y actividades en instalaciones de terceros.

La jornada se cerró con la participación de Alejandra Redondo, quien expuso una visión real de la siniestralidad en base a su experiencia en una de las compañías pioneras en este ramo. AIG lleva gestionando siniestros desde antes de la publicación de la Ley en 2007 y eso, indicó, “nos da una gran know-how para anticiparnos y minimizar los daños ambientales, de imagen, etc., así como los costes derivados de los siniestros”. “Se trata de una línea de un carácter eminentemente práctico, que no tiene nada que ver con la tramitación de otro tipo de siniestros y, por esto, es necesario departamentos especializados y con experiencia”, añadió.

En la parte final de su intervención, Alejandra Redondo mostró algunos casos reales tramitados por AIG, daños a los recursos naturales en áreas protegidas, contaminación de suelos y aguas, interrupción de negocio, daños personales y materiales a terceros… Y para cada uno de ellos realizó una detallada explicación sobre las actuaciones desarrolladas por su compañía y los costes de las mismas, “contenidos”, según ella.

La clausura de la jornada corrió a cargo de Alberto Velázquez, de Aon.

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