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Operaciones bancarias, compras, perfiles en las redes sociales… Podría decirse que todos nuestros datos –personales y profesionales- están en la red. Las nuevas tecnologías nos facilitan la vida a golpe de clic, pero ¿Somos conscientes de los riesgos a los que nos exponemos cada día en internet?
Robo de datos personales, usurpación de identidad… son solo algunos de los riesgos a los que se exponen los consumidores en la red. Un peligro del que las empresas, tengan el tamaño que tengan, tampoco se libran.
Dicen los expertos en relaciones internacionales que las guerras del futuro se librarán a través de ordenadores. Los ataques de hackers y terroristas informáticos, cada vez más frecuentes, provocan daños millonarios a empresas. Un ejemplo, el robo de los datos personales de la web de contactos Ashley Madison podría costar a la empresa responsable del portal cerca de 500 millones de dólares.
El mercado asegurador no se ha mantenido ajeno a esta tendencia, y cada vez son más las compañías que han lanzado programas de seguros especializados en los riesgos cibernéticos.
Hoy en día menos del 10% de las empresas suscriben pólizas de seguros de ciber riesgos, pero Allianz Global Corporate and Specialty prevé que en 2025 este mercado supere los 20.000 millones de dólares, diez veces más que el volumen que estos seguros mueven cada año.
El informe destaca que la ciberdelincuencia cuesta a la economía mundial cerca de 445.000 millones de dólares al año, y afecta, sobre todo, a las diez primeras economías del mundo.
España, de acuerdo con estudios del sector de la seguridad informática, es el séptimo mercado como fuente de ataques online en Europa. Y el 70 por ciento de estos ataques tienen como víctimas a pequeñas y medianas empresas.
¿Cómo podemos protegernos de estos ataques?
En el caso de los particulares, basta con potenciar las medidas de seguridad básicas, como comprobar que los sitios de comercio electrónico que utilizamos utilizan plataformas de pago seguras y extremar la precaución a la hora de compartir información sensible como números de tarjeta de crédito o de cuenta corriente.
En el caso de las empresas, la gestión del ciber riesgo debe implicar a todos los departamentos, porque se trata de un riesgo global que atañe a toda la empresa. Contratar un seguro es sólo una parte de la estrategia, que debe tener un fuerte componente de prevención.
Las principales compañías del mercado, tanto generalistas como especialistas, disponen de soluciones aseguradoras para proteger a las empresas de las consecuencias de estos ataques.
La última en lanzarse a este segmento ha sido Reale Seguros, con Reale Ciber Seguridad, diseñado para cubrir las necesidades de las pequeñas y medianas empresas.