
Expertos de Sanitas Dental advierten sobre la erosión del esmalte y el riesgo de caries y sensibilidad por el alto contenido ácido y de azúcar en las bebidas energéticas y el café.
Lorena Trinidad Bueno, del equipo Asistencial, Innovación y Calidad Clínica de Sanitas Dental
“Las bebidas energéticas y el café frío suelen tener un pH ácido y, en muchos casos, un alto contenido en azúcares añadidos. Esta combinación favorece la erosión del esmalte dental, debilitando la superficie del diente y dejándolo más expuesto a las caries y a la sensibilidad”.
Los efectos de estas bebidas no son perceptibles al inicio
Esto dificulta que las personas sean conscientes del daño hasta que aparecen los primeros síntomas. El riesgo aumenta si se consumen de forma habitual a lo largo del día y no se acompaña de una higiene oral adecuada. Entre los principales problemas destacan la erosión del esmalte y el aumento de la sensibilidad dental, que puede aparecer al exponer los dientes a estímulos fríos, calientes o dulces.
“El esmalte es una capa protectora que no se regenera. Una vez se desgasta, el daño es irreversible, y solo podemos intervenir con tratamientos restauradores, como empastes, carillas o procedimientos más complejos”, añade. “Muchos jóvenes consumen estas bebidas mientras estudian, trabajan o hacen deporte, y no siempre se cepillan los dientes después. Esto prolonga la exposición de los ácidos sobre la superficie dental”.
Además del café frío y las bebidas energéticas, también deben vigilarse los refrescos azucarados, “light” o “zero”, los tés fríos embotellados y los zumos industriales. Muchos de estos productos incluyen colorantes que, en un esmalte ya dañado, pueden fijarse con mayor facilidad, generando manchas visibles.
Listado de recomendaciones para mitigar el impacto de estas bebidas en la salud oral
Usar pajita. Beber con pajita reduce el contacto directo del líquido con los dientes, disminuyendo así el riesgo de erosión.
Cepillarse 30 minutos después de la imgesta. “El esmalte está más vulnerable justo después del consumo, por lo que es recomendable esperar al menos media hora antes de cepillarse”, señala Trinidad Bueno.
Enjuagarse con agua. Un enjuague simple ayuda a neutralizar la acidez y a eliminar restos que pueden favorecer la aparición de caries.
Elegir versiones sin azúcar ni ácidos añadidos. Aunque no son inocuas, resultan menos agresivas para la salud oral.
Evitar sorber durante horas. “Beber un café en el desayuno es preferible a estar tomándolo durante toda la mañana. Lo ideal es consumirlo en un momento puntual y después realizar la limpieza bucal”.Trinidad Bueno.
Reforzar el esmalte con flúor. El uso de pastas dentífricas fluoradas fortalece el esmalte y reduce la acción de los ácidos.
“Una rutina de higiene bucal adecuada, que incluya pasta fluorada, cepillado dos veces al día y visitas regulares al dentista , es clave para preservar la salud bucodental, especialmente durante el verano, cuando el consumo de este tipo de bebidas se incrementa”, concluye.