
Según el estudio Cigna International HealthStudy, casi el 40% de los españoles señala que el desconocimiento sobre el futuro es una de las principales fuentes de estrés en el ámbito laboral.
La incertidumbre se ha instalado como una constante en el ámbito empresarial. Cambios estructurales, nuevas formas de empleo y un contexto socioeconómico inestable están generando una sensación de inseguridad entre los empleados.
Según los datos recogidos en el Cigna International HealthStudy, casi el 40% de los españoles considera que la incertidumbre sobre el futuro es una de las principales causas de estrés. Esta sensación de inseguridad se debe, en gran medida, a la dificultad para anticipar cambios en el entorno laboral, la inestabilidad económica, las transformaciones tecnológicas y la evolución constante de los modelos de trabajo.
Los profesionales de CignaHealthcare comparten algunas recomendaciones para que las empresas puedan reducir el impacto emocional de la incertidumbre.
Establecer procesos claros y rutinas estables
En entornos cambiantes, contar con procedimientos bien definidos, horarios estables y una planificación anticipada ayuda a los empleados a organizarse mejor y reducir la ansiedad cotidiana. Recuperar el control sobre el trabajo, incluso en escenarios imprevisibles, es clave para su bienestar emocional. Fijar reuniones semanales fijas, establecer prioridades con antelación y mantener estructuras claras de trabajo permite recuperar una sensación de control, incluso ante escenarios imprevisibles.
Fomentar el desarrollo de softskills
Capacitar a los equipos en gestión emocional, resiliencia, comunicación efectiva y resolución de conflictos fortalece su capacidad para adaptarse a nuevos escenarios y mantener relaciones laborales saludables. Esto puede lograrse mediante formaciones internas, espacios de reflexión en equipo o talleres prácticos que les ayuden a aplicar estas habilidades en el día a día.
Visibilizar el rumbo de la compañía
Compartir con transparencia los objetivos y planes a medio y largo plazo genera confianza, alinea expectativas y contribuye a reducir la sensación del desconocimiento del futuro organizativo. Iniciativas como encuentros informativos con la dirección o boletines internos que comuniquen avances estratégicos ayudan a que los empleados comprendan hacia dónde va la organización.
Ofrecer cursos accesibles para la gestión del estrés
Incorporar programas de bienestar mental, talleres de autocuidado, sesiones breves de mindfulness o guías prácticas sobre cómo afrontar la incertidumbre permite a los empleados disponer de herramientas concretas para gestionar mejor el estrés diario. Estas acciones, integradas dentro de la jornada laboral, facilitan su adopción sin añadir carga adicional.
Promover la cultura del equilibrio y proteger los ritmos laborales
Fomentar pausas activas, evitar la sobrecarga de tareas, respetar los tiempos de descanso y la desconexión digital, y generar una cultura del equilibrio ayuda a preservar la energía física y emocional de los equipos, especialmente en contextos de alta exigencia. Algunas organizaciones ya aplican medidas como limitar las reuniones a ciertas franjas horarias o reservar momentos libres de interrupciones para favorecer la concentración y el descanso mental.
Integrar el bienestar emocional en la estrategia corporativa
Más allá de iniciativas puntuales, incorporar el cuidado de la salud mental como eje transversal de la organización. Esto puede traducirse en planes anuales de bienestar, apoyo psicológico accesible o la implicación directa de los líderes en iniciativas que promuevan una cultura del cuidado colectivo.