Adela Radut de IMQ Prevención destaca la necesidad de políticas claras y medidas concretas para la seguridad laboral con respecto al uso de drogas y su influencia en espacios de trabajo.
En el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, Adela Radut, médica del Trabajo y responsable de vigilancia de la salud en Bizkaia de IMQ Prevención, ha enfatizado la necesidad de implementar una política de “tolerancia cero” al consumo de drogas en el ámbito laboral. Radut advierte que los efectos de las drogas pueden ser devastadores para la seguridad, el rendimiento y la productividad en el trabajo, debido a la persistencia de sus efectos físicos y psicológicos.
Impacto del consumo de drogas en el trabajo
El consumo de drogas puede manifestarse de diversas formas en el entorno laboral. Entre los síntomas por abstinencia se incluyen cefaleas, fatiga y cambios de humor. El consumo crónico, por su parte, puede provocar trastornos del sueño, ansiedad, depresión, enfermedades cardiovasculares y alteraciones en la coordinación y el tiempo de reacción.
En términos de seguridad, las drogas incrementan significativamente el riesgo de accidentes. “Los empleados bajo la influencia de drogas tienen una mayor probabilidad de cometer errores y sufrir accidentes, poniendo en riesgo su vida y la de sus compañeros”, afirma Radut. Además, la capacidad de manejar maquinaria o conducir vehículos se ve gravemente afectada, lo que convierte a los consumidores en no aptos para desempeñar roles críticos.
La productividad también sufre, con un aumento del absentismo, una disminución de la capacidad de concentración y de la calidad del trabajo, y un aumento del tiempo de reacción. El ambiente laboral se ve perjudicado por conflictos derivados de comportamientos agresivos y la disminución de la confianza en los trabajadores consumidores.
Estrategias de prevención
Radut destaca la importancia de establecer una política clara y contundente sobre el uso de drogas en el trabajo. Esta política debe incluir educación y capacitación, así como apoyo y recursos para los empleados.
- Política de Prevención:
- Involucrar a todas las partes interesadas, incluyendo recursos humanos, seguridad y representantes sindicales.
- Informar a todos los empleados sobre la política de prevención y asegurarse de que comprendan sus derechos y responsabilidades.
- Revisar y actualizar regularmente la política para asegurar su efectividad y cumplimiento normativo.
- Medidas Concretas:
- Reconocimientos Médicos Iniciales: Realizar pruebas de drogas a los candidatos antes de la contratación para asegurar que no tengan problemas de abuso de sustancias.
- Pruebas Aleatorias: Realizar pruebas aleatorias a toda la plantilla, asegurando la imparcialidad.
- Pruebas Posteriores a Accidentes: Realizar pruebas después de cualquier accidente en el lugar de trabajo para determinar si el uso de sustancias contribuyó al incidente.
- Pruebas Basadas en Sospechas: Realizar pruebas cuando hay indicios razonables de que un empleado está bajo la influencia de drogas o alcohol, basados en su comportamiento, apariencia o desempeño.
- Programas de Educación y Prevención:
- Proveer información continua sobre los peligros del uso indebido de drogas y alcohol y sobre los recursos disponibles para obtener ayuda.
- Fomentar la realización de revisiones médicas periódicas para la posible identificación del consumo.
- Promocionar estilos de vida saludables, como el ejercicio, la nutrición adecuada y el manejo del estrés.
- Ofrecer planes de asistencia que proporcionen servicios de asesoramiento y tratamiento para empleados que luchan contra la adicción y crear redes de apoyo en el lugar de trabajo.
Medidas disciplinarias y de seguridad
Radut subraya la necesidad de disponer de medidas disciplinarias consistentes y justas para aquellos que violen la política de consumo de drogas, que pueden incluir desde advertencias hasta el despido. Además, es fundamental monitorear especialmente a los empleados en posiciones críticas para garantizar el cumplimiento de las políticas de consumo de drogas.
La implementación de estas estrategias y medidas es esencial para mantener un entorno de trabajo seguro y productivo, asegurando el bienestar de todos los empleados y la continuidad de las operaciones de la empresa.
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