Dinero y amor: cuando a Cupido lo mata el euro



Dinero y amor no hacen buena pareja

Grecia y España son los dos países europeos en que más parejas se rompen por cuestiones económicas. Tomar conjuntamente decisiones financieras como la compra de una casa, invertir en un negocio o afrontar los pagos pendientes puede suponer un reto de consecuencias adversas para el futuro de la pareja. Son algunas de las conclusiones del informe de Intrum sobre las consecuencias de mezclar dinero y amor.

La manera de administrar el dinero y las dificultades económicas ha sido el factor determinante de la separación del 20% de las parejas españolas, según apunta el informe mencionado. Una cifra que sitúa a España como el segundo país en que más parejas se rompen por cuestiones económicas, solo por detrás de los griegos (25%).

Los cambios laborales, el consumo a crédito, el desempleo o el endeudamiento hacen que la adaptación a unos hábitos económicos conjuntos no siempre sea fácil. Según el INE, las familias españolas han vuelto a necesitar financiación en términos netos y la tasa de ahorro está en su nivel más bajo desde 2007, dos hechos a los que no saben adaptarse todas las parejas.

Dinero y amor no hacen buena pareja

Así, en el último año se ha incrementado en un 2% el número de parejas que han terminado su relación como consecuencia de la mala situación financiera. Si se comparan estos datos con el promedio europeo, España está por encima de la media. Mientras que en el conjunto de países encuestados el número de parejas que ha dado por finalizada su relación alegando motivos económicos ha descendido del 18 al 14%, en España, se supera en 6 puntos la media europea.

Lejos de llegar a un acuerdo en la gestión de las finanzas, los jóvenes españoles de entre 18 y 35 años son los más propensos a separarse cuando aparecen problemas económicos, ya sean a corto o largo plazo. Así, mientras que el 28% de las parejas jóvenes rompen su relación por este hecho, solo un 9% de los mayores de 65 son incapaces de gestionar su dinero en pareja, sin problemas ni malentendidos.

Si bien el amor no depende del dinero, la situación financiera de la persona con la que se comparte una vida tiene un impacto directo en la vida del otro. A pesar de ello, del 42% de las personas que han prestado dinero a un tercero en el último año para ayudarle a pagar sus facturas, solo el 11% ha ayudado a su pareja para este fin. 

No obstante, el dinero no solo rompe parejas, también las mantiene unidas. Los gastos que conlleva el divorcio, hacer frente uno solo a los pagos del alquiler o, incluso, a la cesta de la compra, frena a muchas parejas a coger caminos separados. 

Según este informe, el 21% de los españoles reconoce que su situación económica ha sido el principal motivo para no finalizar su relación sentimental, cuatro puntos por encima del promedio europeo (17%). Y es que, en la última década, según muestran los datos del Instituto Nacional de Estadística, el número de parejas casadas que han decidido poner fin a su matrimonio ha descendido un 30,5% como consecuencia de la crisis.

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