El 21% de las personas mayores considera que los entornos urbanos están “poco” o “nada” adaptados para su desplazamiento a pie, según el estudio Seguridad Vial en Población Senior, elaborado por el Race y Liberty Seguros.
Dentro de los argumentos que se asocian a una “ciudad adaptada” están la presencia de rampas y ascensores (24%), la adecuada señalización y la falta de obstáculos en el tránsito peatonal (12%), la sensación de seguridad (11%) y las aceras y calles amplias (10%). Por otro lado, la ‘no adaptación’ se vincula a la falta de mantenimiento de las calles (41%) o la falta de habilitación de instalaciones para mayores y personas con discapacidad (21%).
Si bien los accidentes en el ámbito urbano son claramente residuales (11% de los encuestados admite haber sufrido un percance en la vía pública), la mayor parte de ellos se atribuyen a elementos identificados como “barreras en la ciudad”, especialmente las aceras en mal estado (64%).
El estudio contempla también un ranking de medidas para facilitar sus desplazamientos a pie: en primer lugar, la regulación de la circulación de bicicletas por la acera (27%) y el desarrollo de programas y campañas de concienciación para fomentar el respeto por parte de los conductores de vehículos a los viandantes mayores (20%), seguido de la subida del tiempo de cruce en los semáforos (12%) y la accesibilidad a las aceras (11%).
Perfil del peatón senior actual
Con el fin de entender qué caracteriza la movilidad de la gente mayor de hoy en día, este estudio ha elaborado también un perfil medio del conductor sénior. Los datos arrojan que el 71% de los conductores sénior son hombres, y un 58% tiene entre 65 y 70 años, reduciéndose a un 28% los de 71 a 75 años, y un 42% afirma no tener ningún problema asociado a su condición física. En la mayoría de los casos, las dificultades físicas se detectan a partir de los 75 años, y son los no conductores los que confiesan con una mayor frecuencia dificultades asociadas a la visión o a la velocidad de reacción.
En la valoración del comportamiento de los peatones, un 52% de los conductores senior consultados los considera prudentes y considerados. Y es que sólo el 6% de las personas mayores que conducen declara haber tenido un accidente en el que estuviera implicado otro vehículo, y sólo en el 10% de los casos dejando algún lesionado o herido.
Sin embargo, para la gente mayor los desplazamientos a pie siguen siendo la opción preferida para los trayectos cortos, considerándola más ‘cómoda’ y ‘rápida’, frente al transporte público o el tren. Por otro lado, las personas mayores declaran sentirse respetadas por los conductores en un 55%, considerando un 34% ‘poco’ o ‘nada’.
Alianza Race y Liberty Seguros: Movilidad senior, el camino de todos
El Race y Liberty Seguros iniciaron sus acciones en el colectivo sénior en el año 2013. Una alianza que pretende reducir la siniestralidad de este colectivo creciente en nuestra sociedad y mejorar así su calidad de vida y su movilidad.
Comenzaron con el estudio Conductores Senior —que se realizó a 2.300 personas mayores de 65 años—; en 2014 se realizó otro estudio con 670 mayores de 65 años para analizar su comportamiento como peatones, que dio como fruto el roadshow Movilidad senior, el camino de todos. En total, se han llevado a cabo 288 cursos de formación a más de 5.700 personas mayores de 65 años en 15 ciudades españolas.
Cursos teórico-prácticos de movilidad senior en la Semana Europea de la Movilidad
Continuando con estas acciones llevadas a cabo de la mano de Race, Liberty Seguros organiza esta semana unos cursos de conducción para sus clientes mayores de 65 años en Barcelona, Valencia y Sevilla.
La formación se basa en cursos de conducción adaptados a este colectivo, incluyendo en la parte teórica los últimos adelantos tecnológicos incorporados en la industria del automóvil, los cambios físicos y cognitivos que se producen en las personas con el paso del tiempo y aquellas cuestiones que pueden ser relevantes para la mejora de la seguridad.
Los cursos cuentan también con una parte práctica, gracias a la que los conductores senior conocen de primera mano las formas correctas de utilización del volante, así como el funcionamiento de la tecnología que tienen los vehículos en materia de seguridad. En resumen, estos cursos suponen un reciclaje teórico-práctico para conocer el funcionamiento y las limitaciones de la seguridad de los vehículos.