Más de la mitad de las asistencias están causadas por problemas derivados de la batería, según datos de Mapfre
En verano los desplazamientos aumentan y con ellos los servicios de asistencia en carretera. De hecho, el 31 de agosto es el día de verano que más averías se producen, aproximadamente el triple que un día normal de los meses de este periodo. No obstante la gravedad de las mismas es muy diferente, ya que algunas afectan al sistema eléctrico del vehículo o al motor, por ejemplo, y otras son más leves, pero también molestas, como los problemas con el aire acondicionado.
Del total de las averías que se producen en verano, más de la mitad son causadas por la batería del coche (que está descargada o hay que cambiarla) como consecuencia, entre otros factores, del aumento de las temperaturas que se registran en estos meses, según se desprende de un estudio de la propia cartera de Mapfre. Además, los percances en el motor responden a una de cada cuatro peticiones de asistencia y en un 10% de casos que se comunica un parte es por algún fallo en la instalación eléctrica.
Las averías en los sistemas de transmisión y de alimentación suponen el 4,3% y el 4%, respectivamente, del total de los siniestros y los pinchazos y reventones representan solo el 2% del total de llamadas al seguro.
Además del 31 de agosto, los días que coinciden con las operaciones salida y retorno aumentan, asimismo, los percances en los vehículos, derivados básicamente del incremento del número de desplazamientos y del aumento de las distancias que se realizan. De junio a septiembre se registran casi el 40% de las asistencias en carretera que se producen en todo el año.
Durante los seis primeros meses de este año Mapfre ha prestado más de un millón de servicios de asistencia a sus clientes.