David Alandete, director adjunto de El País, fue el ponente principal del evento
Cerca de un centenar de directivos del sector asegurador de nuestro país se congregaron en Esade Business School, convocados como cada año por el Colegio de Mediadores de Seguros de Barcelona y la revista Mediario, para celebrar el Encuentro Mediario de Líderes del Seguro. En la octava edición del encuentro el ponente principal fue David Alandete, director adjunto del diario El País, que explicó el proceso de digitalización del diario.
La bienvenida al acto fue realizada por Eugenia Bieto, directora general de Esade Business & Law School; Lluís Ferrer, presidente del Colegio de Mediadores de Seguros de Barcelona; y Pasqual Llongueras, consejero delegado de ADI Plus y editor de Mediario. A continuación, Michele Quintano, profesor de ESADE, presentó y dio paso a David Alandete.
“Después de la música”, señalaba el ponente principal, “la información ha sido seguramente el sector que más ha sufrido un cambio con la evolución tecnológica”. “Tenéis que pensar en El País como en un mediador”, defendía el periodista, por el carácter del servicio que la prensa presta. El director adjunto recordaba a los presentes que el cambio ha llegado más tarde al sector seguros, lo que “os da oportunidades de hacer cosas que nosotros no hemos podido hacer”.
“Ha sido un proceso de destrucción y creación, nos hemos reconvertido”, explicaba Alandete, recordando que el proceso de digitalización requiere un cambio profundo de las estructuras de las empresas. Y para ello ponía de ejemplo la evolución reciente de la venta de diarios de papel, que se ha desplomado durante los últimos años. “Las ventas han caído, y la publicidad aún más”, exponía el periodista, “en un proceso que ha afectado, sobre todo, a los diarios más establecidos”.
Sin embargo, los cambios aplicados -la digitalización- permiten a El País llegar en la actualidad a decenas de millones de personas en todo el mundo: mucho más que el alcance logrado en sus mejores épocas de venta únicamente en papel. “El problema”, reconocía Alandete, “es monetizar esos resultados. Y en ello estamos”, aseguraba.
Según el ponente, la reacción de El País a la evolución tecnológica y de forma de acceso a la información se ha basado en tres premisas: acostumbrarse a la disrupción como algo habitual; flexibilizar la organización para poder adaptarse a tiempo; y premiar la innovación, cuidando y potenciando las aportaciones personales. En este sentido, subrayaba el experto, es fundamental la gestión del talento humano, entrenando y reciclando a los veteranos, que aportan oficio, y atrayendo y motivando al talento joven.
El País nació en 1976 y en el 96 publicó su primera noticia en Internet. “En los años 90”, explicaba Alandete, “no hubo mucho cambio”. El papel funcionaba por su lado y lo digital, por otro. Se crearon los paywall, muros de pago, para intentar proteger la información. “No hay ningún medio en el que esto sea rentable”, advertía el experto: “No tiene sentido esconder la información al cliente”.
El País lo hizo y cayeron en Internet. Ahora, el diario español sigue el modelo de The Guardian, un modelo de acceso abierto. En 1998 nació Google; ya no se busca por medios de información, sino por temas. Desde ese momento, la distribución de la información está sujeta a un algoritmo, “y esa es la verdadera revolución de Internet”, incidía el director adjunto de El País.
“Esos son los cimientos del Internet social”, que nivela a grandes y pequeñas empresas, ya que los factores de selección son otros. “Pero esos algoritmos no sabemos cómo funcionan”, advertía Alandete, por lo que se hace necesaria la colaboración con plataformas y partners estratégicos.
“Ahora nos lee más gente que nunca”, repetía el periodista: “Internet nos permite llegar a dónde sea. Pero para nosotros es muy importante mantener el core, la esencia de los que hacemos, que es elaborar noticias. Hay que utilizar los partners, beneficiarse de ellos igual que ellos de nosotros, y siempre hay que tener una estrategia. Una estrategia de entrada (¿qué pasaría si lo hacemos con ellos) y una de salida (qué pasaría si ellos nos dejaran fuera)”.
Lo que está claro, concluía, es que no se pueden cambiar las tendencias de consumo, así que Alandete aconsejó evitar las actitudes negativas y estudiar maneras de utilizar esos cambios en beneficio propio.