“La empresa familiar debe hacerse preguntas a corto, medio y largo plazo”, según María José Parada, profesora del Departamento de Dirección General y Estrategia
“Las empresas familiares viven en una multi-temporalidad; muchas han logrado sobrevivir más de 100 años y las preguntas que se tienen que hacer van en esta línea. Por ello, incorporar la incertidumbre es esencial”, ha explicado la profesora del Departamento de Dirección General y Estrategia de Esade, María José Parada en un encuentro virtual con prensa organizado por la escuela de negocios donde le ha acompañado el también profesor del Departamento de Dirección General y Estrategia de Esade, Alberto Gimeno.
Durante la sesión, han señalado que “las preguntas que debe hacerse la empresa familiar a corto plazo tienen que ver con la supervivencia; mientras que las preguntas a medio plazo van orientadas hacia la innovación exprés (abandonar lo viejo para incorporar lo nuevo); y a largo plazo se deben cuestionar cuál será el nuevo modelo de negocio de la organización”.
“Las empresas familiares van a tener que moverse en estas dinámicas y tienen que entender el mundo hacia el que vamos. Así pues, no deben buscar respuestas sino hacerse las preguntas adecuadas”, ha explicado Gimeno.
Liderazgo y contexto de la empresa familiar
En momentos como el actual, se ha apuntado que “es muy importante pensar en el liderazgo: identificar qué es lo que nos mueve (energía psíquica o interior) y pensar en cómo podemos transformar la organización en una estructura disipativa (generar orden en el desorden, como pasa ahora con la COVID-19)”.
“Los líderes hoy deben tener capacidad de síntesis. Es importante pensar en las alianzas que debemos construir para imaginar el futuro hacia donde nos movemos”, ha matizado la profesora Parada, que ha añadido que “cada empresa familiar vive la crisis actual a raíz de la COVID-19 a su manera (no es lo mismo en el caso de una compañía del sector hotelero que otra del sector familiar). A cualquier nivel, todas las empresas están muy condicionados por el contexto en el que viven”. Definir los recursos y el propósito como empresa y familia son otras de las claves.
Para el profesor Gimeno, “se va a perder la forma primitiva de que el único incentivo es el económico y se va a difuminar el límite de lo que está dentro y lo que está fuera de las organizaciones, lo que demandará un cambio importante en la forma de dirigir organizaciones”. A raíz del contexto actual algunas compañías van a desaparecer y a aparecer otras.
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