El IEB impulsa la educación financiera entre los jóvenes

El IEB impulsa la educación financiera entre los jóvenes

En el Día de la Educación Financiera, el IEB subraya la importancia de adquirir conocimientos financieros para afrontar los desafíos que plantea la IA en la toma de decisiones económicas.


El IEB promueve la educación financiera en el marco del Plan de Educación Financiera impulsado por la CNMV, el Banco de España y el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. El objetivo es concienciar a la sociedad de la importancia de adquirir conocimientos sobre finanzas personales. En esta nueva edición del Día de la Educación Financiera, el IEB invita a que los jóvenes conozcan los desafíos y riesgos de la IA para ¡no perder el control del dinero en la era de la IA!

La inteligencia financiera empieza por los conocimientos y por la formación recibida, pero para ello es indudable que la formación debe ser práctica, útil e impartida por profesionales que tengan experiencia en el día a día. La IA puede ayudarnos a identificar oportunidades, pero no puede tomar decisiones éticas, ni entender nuestros valores personales, ni priorizar por nosotros.

Cambio de reglas

¿Cómo está cambiando la inteligencia artificial la forma en que manejamos el dinero? Hoy tenemos apps que hacen presupuestos solas, bancos digitales sin cajeros y hasta bots que invierten por ti. ¿Qué significa esto para nuestra generación?

La inteligencia artificial ha cambiado radicalmente la forma en que manejamos el dinero. Tareas que antes implicaban hojas de cálculo hoy se automatizan con apps que categorizan gastos o asesores digitales que construyen carteras de inversión en segundos.

Esto supone dos cosas:

  1. Oportunidad: nunca fue tan fácil acceder a herramientas financieras antes reservadas a expertos o grandes patrimonios. Invertir desde el móvil con costes mínimos ha democratizado las finanzas.
  2. También todo ello supone un reto importante, ya que parece obvio que, si delegamos todo a la tecnología sin entender cómo funciona, corremos el riesgo de perder el control. Saber interpretar los datos que las apps nos proporcionan, es tan importante como usarlas. La IA no sustituye nuestro criterio; lo potencia si lo sabemos usar bien.

Nuevas habilidades

Si la IA hace cada vez más cosas por nosotros… ¿qué habilidades financieras necesitamos seguir desarrollando para no volvernos dependientes? ¿Será que entender de ahorro y disciplina sigue siendo más fuerte que cualquier algoritmo?

La IA puede ayudarnos a ahorrar, pero no decide por nosotros. Las habilidades financieras básicas siguen siendo esenciales: disciplina, fijar objetivos, gastar menos de lo que ingresamos y entender el valor del tiempo en el dinero.

Además, la IA nos libera de tareas mecánicas, pero no reemplaza el pensamiento crítico. Una app puede alertarnos de un gasto excesivo, pero somos nosotros quienes decidimos cambiar el hábito.

Joaquín Danvila, jefe de Dpto. de Desarrollo Digital y Formación Online del IEB

Insiste en que las habilidades clave para el futuro siguen siendo humanas:

  • Comprensión financiera básica, para leer e interpretar la información que generan los algoritmos y entender bien el funcionamiento de las tomas de decisiones basadas en datos.
  • Pensamiento estratégico, para planificar objetivos a largo plazo y saber tomar decisiones con criterio de futuro.
  • Disciplina emocional, porque la tecnología no controla nuestros impulsos de consumo ni nuestras decisiones cuando hay miedo o euforia en los mercados.

IA como herramienta

Muchos jóvenes usan ChatGPT, apps de inversión o calculadoras inteligentes para aprender de dinero. Pero ¿cómo aprovechar estas herramientas sin caer en fraudes, deudas fáciles o malas decisiones?

La tecnología es poderosa, pero también peligrosa si no se usa con criterio. Son solo herramientas, no soluciones mágicas. Para aprovecharlas:

  1. Contrastar la información: no quedarse solo con lo que dice una app o ChatGPT. Buscar siempre fuentes oficiales, supervisores financieros, bancos centrales o plataformas reguladas. Para discriminar de una manera razonable, son imprescindibles los conocimientos y la formación en finanzas.
  2. Evitar el “clic fácil”: muchas Fintech ofrecen préstamos en segundos, inversiones “milagrosas” o criptos sin regulación. Es importante en estos casos tener conocimientos y, sobre todo, entender los riesgos que cada acción conlleva.
  3. Formarse constantemente: usar estas herramientas puede ser realmente útil para aprender, no solo para ejecutar. Por ejemplo, pedirle a ChatGPT que te explique conceptos financieros antes de tomar una decisión es muy distinto a pedirle que “invierta por ti”.

En resumen: la tecnología amplifica nuestra capacidad… tanto para crecer como para equivocarnos. La diferencia está en el conocimiento y en la base de formación y práctica que hayamos adquirido.

Independencia financiera

¿La IA realmente hará más fácil alcanzar la independencia financiera? ¿O corremos el riesgo de que, si no entendemos cómo funciona, terminemos siendo controlados por la tecnología en lugar de controlarla nosotros?

La IA puede facilitar el camino hacia la independencia financiera al automatizar tareas y ofrecer información personalizada. Pero no lo garantiza: sin entender los conceptos básicos, podemos acabar sobreendeudados o dependientes de sistemas que no comprendemos.

La independencia financiera no es que una app decida por nosotros, sino tener el control de nuestras decisiones. La IA es como un coche automático: útil, pero seguimos al volante.

Lo que no cambia

Con todo lo nuevo que trae la inteligencia artificial… ¿qué hábitos financieros siguen siendo humanos e irremplazables? ¿Será el hábito del ahorro, la disciplina, o simplemente la capacidad de decir ‘no’ cuando algo no conviene?

Por mucho que avance la tecnología, ciertos hábitos financieros siguen siendo insustituibles y Danvila aconseja:

  • Ahorrar de forma constante, aunque sean pequeñas cantidades, constituyen un hábito tremendamente interesante en materia de ahorro.
  • Mantener la disciplina, incluso cuando las apps no nos “vigilan”.
  • Tener criterio para decir ‘no’, sobre todo en un entorno donde las plataformas digitales están diseñadas para que compremos impulsivamente.

También te puede interesar: