El mercado asegurador en España consolida su estabilidad

El mercado asegurador en España consolida su estabilidad

WTW ha presentado su informe semestral Situación del Mercado Asegurador. Según el estudio, el mercado asegurador español consolida su estabilidad en 2025, con un crecimiento del 6,8% en primas y una mejora progresiva de las condiciones de renovación.


Tensiones geopolíticas, volatilidad financiera y fenómenos naturales extremos

El sector asegurador europeo ha demostrado una sólida resiliencia durante el primer semestre de 2025, frente a un entorno marcado por tensiones geopolíticas, volatilidad financiera y fenómenos naturales extremos. A pesar de estos desafíos, las aseguradoras han mantenido fundamentos técnicos robustos y una rentabilidad positiva, gracias a su capacidad de adaptación y a la inversión en tecnología, digitalización y sostenibilidad, lo que les ha hecho mejorar en su eficiencia operativa y la personalización de los productos.

Situación del Mercado Asegurador, elaborado por WTW

Anticipa un segundo semestre estable en el mercado español, con ligeras bajadas de tasas en varias líneas de seguros y mejoras en las condiciones de los programas, impulsadas por la fuerte competencia y el exceso de capacidad en el mercado.

La siniestralidad aumentó en ramos clave como automóviles, salud y multirriesgo, presionando los márgenes técnicos del sector. Aun así, las primas crecieron un 6,8% interanual, alcanzando los 22.685 millones de euros en el primer trimestre, de los cuales 13.630 millones correspondieron a No Vida y 9.055 millones al ramo de Vida.

En palabras de Paloma Migoya, responsable de Mercados y Relación con aseguradoras de WTW España, “aunque el entorno sigue siendo exigente, hay una oportunidad clara para las empresas que adoptan una gestión activa del riesgo. La calidad del dato, la prevención y la transparencia son hoy más determinantes que nunca”.

Tecnología, ESG y nuevos riesgos: evolución obligada del sector

El informe subraya que la colaboración con insurtechs y la adopción de tecnologías como inteligencia artificial y análisis de datos son esenciales para mejorar la eficiencia y adaptarse a los desafíos emergentes. Pero la digitalización también intensifica los riesgos cibernéticos, lo que está llevando a las aseguradoras a reforzar sus sistemas de protección y formación interna.

La integración de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) se afianza como una prioridad para el sector, tanto en términos de gestión de riesgos climáticos como de alineación con nuevas exigencias regulatorias. Precisamente, la presión normativa continúa en aumento, con nuevas medidas orientadas a reforzar la estabilidad financiera y la transparencia.

Bajadas generalizadas, pero condicionadas al perfil del riesgo

El estudio identifica dos velocidades en el mercado asegurador:

  1. Los riesgos bien gestionados y protegidos, con una siniestralidad controlada e información de calidad y actualizada, están logrando renovaciones más ventajosas. En particular, líneas de negocio como D&O, Responsabilidad Civil Profesional, Financial Institutions, Crime o Daños presentan tendencias a la baja o estabilización de tasas.
  2. Sectores con mayor exposición, como energía, construcción, medio ambiente o industrias con alta siniestralidad histórica, siguen bajo la lupa de los suscriptores y enfrentando propuestas más exigentes, ajustes de cobertura y subidas puntuales de las tasas.

Las renovaciones tienden hacia la estabilidad

Con bajadas contenidas de tasas o mantenimiento de condiciones en riesgos bien gestionados, y los acuerdos de larga duración siguen ganando protagonismo en un mercado muy competitivo pero marcado por una alta volatilidad.

El informe destaca cómo fenómenos como catástrofes naturales, ciberataques, interrupciones de negocio y tensiones regulatorias se consolidan como los principales riesgos percibidos por las empresas en España en 2025. En este marco, EIOPA advierte de la creciente exposición a riesgos geopolíticos y cibernéticos, y recomienda prudencia ante la volatilidad de tipos de interés, divisas y valoraciones bursátiles.

Estos factores, junto con el impacto sostenido de la inflación, seguirán marcando la agenda del sector en los próximos meses, exigiendo a las empresas un enfoque más integral y proactivo en la gestión de riesgos.

Paloma Migoya, responsable de Mercados y Relación con aseguradoras de WTW España

“El mercado recompensará a los clientes que se preparen con visión y disciplina. En un entorno donde las catástrofes, la sostenibilidad y la volatilidad marcan la agenda, el rigor técnico y la anticipación ya no son ventajas competitivas: se han convertido en requisitos mínimos para operar con solvencia y resiliencia”.

2025: un año de transición y vigilancia

Esta nueva realidad sitúa tanto a empresas como aseguradoras en un entorno de riesgo persistente, con potencial de intensificarse. Tras un 2024 marcado por conflictos, elecciones y desequilibrios económicos, 2025 se perfila como un ejercicio de reajuste global con nuevas políticas arancelarias, tensiones comerciales y ciclos regulatorios emergentes que tendrán impacto directo en la evolución del sector asegurador.

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