
Con la llegada del periodo estival, se intensifica el fenómeno del teletrabajo, Esta modalidad introduce nuevos vectores de exposición a amenazas cibernéticas y ciberataques.
El 55% de las empresas españolas considera que el riesgo de sufrir un ciberataque ha aumentado como consecuencia directa del incremento del trabajo en remoto y la dispersión geográfica de los equipos, según el Informe de Ciberpreparación 2024de Hiscox. Los empleados siguen siendo, en la mayoría de ocasiones, la principal puerta de entrada de los ciberataques.
Hiscox analiza los errores más frecuentes:
- Infravalorar el correo electrónico como principal vía de ataque. A pesar de su uso cotidiano y aparentemente inofensivo, se ha consolidado como la herramienta más utilizada por los ciberatacantes para distribuir malware, suplantar identidades o robar credenciales.
- Conectarse a redes Wi-Fi públicas o no seguras. El uso de redes inalámbricas abiertas o poco protegidas, como las que se encuentran en cafeterías, aeropuertos u hoteles, constituye otra práctica de alto riesgo.
- Compartir información sensible en canales no corporativos. Esta práctica, motivada muchas veces por la rapidez o la falta de acceso a herramientas corporativas, pone en riesgo la confidencialidad y trazabilidad de los datos. Por ejemplo, enviar una contraseña a través de una aplicación como WhatsApp.
- Uso de contraseñas débiles o repetidas. Esta situación se agrava durante el verano, cuando muchos empleados acceden a los sistemas corporativos desde dispositivos personales o ubicaciones poco seguras.
- Instalación de software no autorizado o aplicaciones sin verificar. La descarga de herramientas, extensiones o aplicaciones fuera del entorno corporativo, y sin supervisión del departamento de TI, representa una amenaza considerable.
Ana Silva, directora de Suscripción de Líneas Financieras y Riesgos Empresariales de Hiscox Iberia
“La flexibilidad laboral es una realidad que ha llegado para quedarse, pero no puede ir en detrimento de la protección de los activos digitales de las empresas. Es un hecho que durante el verano bajamos la guardia, y eso es precisamente lo que aprovechan los ciberdelincuentes. Por este motivo, resulta fundamental reforzar la concienciación y preparación, especialmente en pymes, así como invertir en ciberseguros para mejorar la ciberresiliencia”.