España, con 36 puntos, es el decimoprimer país del mundo donde la complejidad de recobro de deudas comerciales es menor. Son datos del Allianz Trade Collection Complexity Score que elabora Allianz Trade, accionista de Solunion.
La tercera edición del Allianz Trade Collection Complexity Score proporciona una evaluación sobre la dificultad del recobro. Evalúa 49 países que representan casi el 90% del PIB global y el 85% del comercio mundial.
Cada país analizado cuenta con un ratio de 0 (menor complejidad de recobro) a 100 (mayor complejidad).
Comportamiento del pago en España
No obstante, el comportamiento de pago del tejido empresarial español sigue siendo deficiente. Así, el 57% de las compañías cobran en plazos superiores a los establecidos por ley (60 días). El pago suele llegar a los 70 u 80 días de media. Como regla general, cuanto más grande es la empresa, más largos son los plazos.
Asimismo, debido a los plazos del proceso judicial, en España suele ser preferible llevar a cabo esfuerzos de cobro eficientes y orquestados antes de considerar la posibilidad de emprender acciones legales. Cuando el deudor se ha declarado insolvente, el cobro de la deuda se vuelve extremadamente complicado, especialmente en lo que respecta a los acreedores no garantizados.
“En España, la complejidad en el recobro se ha reducido efectivamente por las medidas impulsadas por la Administración para ayudar a superar el impacto de la crisis económica consecuencia de la sanitaria”, indica Nieves Mendoza, directora de siniestros y recobro de Solunion.
“Acciones como la modificación del texto refundido de la Ley Concursal ayudarán al sostenimiento del tejido empresarial y favorecerán el recobro prejudicial”, añade.
Europa sigue siendo el lugar más fácil para el recobro
Los 10 países donde el recobro de deuda comercial es más sencillo están en el continente europeo. Suecia encabeza la clasificación, con una puntuación de 30. Le siguen Alemania (30) y Finlandia (32). Nueva Zelanda se sitúa como el primer país no europeo en el ranking (12º posición, con una puntuación de 36), seguido de Brasil (20º posición, con 43 puntos).
Arabia Saudí (91 puntos, perdiendo tres puntos), Malasia (78) y los Emiratos Árabes Unidos (72, con 9 puntos menos) cierran la clasificación en 2022.
“En Suecia, Alemania y Finlandia, el comportamiento de pago de las empresas nacionales es bueno y los tribunales eficientes a la hora de dictar decisiones”. Esto contrasta con otros países europeos, como Francia y España donde el cobro de la deuda sigue siendo extremadamente complicado cuando el deudor se ha vuelto insolvente, explica Maxime Lemerle, analista jefe de Investigación de Insolvencias de Allianz Trade.
Casi uno de cada dos países ha visto reducida su puntuación de complejidad en el recobro
La complejidad de los recobros se ha ido reduciendo en los mercados emergentes, acortando la distancia con las economías más desarrolladas. De acuerdo con el informe, durante los últimos cuatro años, casi la mitad de los países han visto disminuir su puntuación de complejidad de recobro (20 de 49 países).
Esto se debe al impulso que supuso la pandemia, que llevó a varios países a acelerar las reformas de sus marcos de insolvencias. Al mismo tiempo, se han producido mejoras en cuanto a los marcos de reestructuración preventiva.
No obstante, el recobro internacional sigue siendo muy complejo (nivel alto) en general. Las economías más grandes, los mercados más dinámicos o los países menos vulnerables no ofrecen necesariamente un entorno empresarial más propicio. En todos los países existen focos de complejidad en tres áreas locales clave: prácticas de pago, procedimientos judiciales y procedimientos de insolvencia.
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