Fundación RACE publica un análisis detallado sobre el aumento del riesgo en tramos de carreteras españolas y revela las características de las carreteras más peligrosas, destacando puntos críticos y perfiles.
El número de tramos de riesgo alto en la Red de Carreteras del Estado ha aumentado, según el informe de la Fundación RACE. Tres de estos tramos ya tenían ese nivel de riesgo en el informe anterior. Destaca especialmente el tramo de la N-345 entre La Unión y Portman en Murcia, que ha mantenido la clasificación de riesgo alto en los tres últimos informes.
El riesgo de sufrir un accidente es un 55% mayor en carreteras convencionales que en vías de calzada doble. La Fundación RACE, como miembro de iRAP, ha analizado 25,100 kilómetros de la red de carreteras estatales y ha encontrado que casi el 8% de estos kilómetros tienen un riesgo elevado de peligrosidad.
El informe identifica 56 tramos de riesgo elevado, 9 de los cuales son considerados «Negros» y 47 «Rojos». La N-6 en Galicia destaca como la carretera con mayor riesgo de accidentes graves.
Perfil de las carreteras más peligrosas
En función de los datos obtenidos en el informe de evaluación del estado de las carreteras realizado por la Fundación RACE con la metodología iRAP, existen determinadas características que coinciden en la gran mayoría de los tramos más peligrosos de carreteras en España. Estos son:
- Se trata de una carretera convencional.
- Posee una calzada única.
- Tiene intersecciones al mismo nivel.
- IMD por debajo de los 10.000 vehículos/día.
En el sentido contrario, las carreteras más seguras son, paradójicamente, aquellas por las que transitan más vehículos.
Por Comunidades Autónomas
Cataluña tiene la mayor proporción de carreteras consideradas de riesgo elevado, seguida de Castilla y León. Tramos como la N-323 en Granada y la N-634 en Cantabria han sido identificados como peligrosos desde informes anteriores.
El tramo de la N-345 en Murcia es especialmente preocupante ya que mantiene un índice de riesgo alto desde 2017. Las características de las carreteras más peligrosas incluyen ser convencionales, con calzada única, intersecciones al mismo nivel y un IMD por debajo de los 10,000 vehículos/día.
A pesar de estos datos, hay una evolución positiva en la seguridad vial desde 2009. Los accidentes mortales y graves han disminuido en más del 73% desde entonces, con una reducción del 50% en la última década.
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