El presidente de Insurance Europe, Sergio Balbinot, ha alertado de que los detalles del nuevo régimen regulatorio de Solvencia II deben ser elaborados de forma correcta para cerciorarse de que la legislación funciona de la forma prevista y no tiene consecuencias negativas para la industria aseguradora y sus clientes.
El Parlamento Europeo aprobó el martes la Directiva Omnibus II, que actualiza la Directiva Solvencia II de 2009. Esta aprobación representa otro paso importante en la introducción de Solvencia II, pero la patronal europea del sector advierte de que los Actos Delegados que se están elaborando actualmente para fijar los detalles sobre la Directiva de Solvencia II se desvían de las intenciones de los legisladores en varias cuestiones, como las garantías a largo plazo o la equivalencia de terceros países.
“Si no se corrigen, los Actos Delegados podrían limitar seriamente la capacidad de las aseguradoras de aportar la inversión a largo plazo y la estabilidad que las economías de Europa necesitan. Tendrían un impacto grande en la disponibilidad y el precio de los productos de seguro, y perjudicarían la capacidad de las aseguradoras europeas de competir internacionalmente”, indica Balbinot.
“En cuestiones importantes, la redacción y las calibraciones no funcionarían como se pretende. La industria europea cree que existen soluciones factibles, sin retrasar el calendario para finalizar Solvencia II. En el interés de las economías de Europa, debemos hacer bien Solvencia II”, insiste.
En este sentido, Insurance Europe destaca ocho áreas de actuación prioritarias, entre ellas, el método para establecer el ajuste de riesgo de crédito, que es un componente significativo de las tasas de descuento empleadas para valorar todas las obligaciones, tiene imperfecciones. Son necesarios cambios para asegurarse de que no se calibra demasiado alto y que no es volátil en exceso, explica.
Además, el ajuste de volatilidad se aplica a las carteras que no cumplen los criterios del ajuste de casamiento, para aportar cobertura frente a la volatilidad del mercado a corto plazo que no es relevante para las aseguradoras. La metodología para establecer esto carece de detalle y requiere nuevas mejoras para asegurar que la calibración no se desvía de las decisiones adoptadas con Omnibus II, señala la patronal europea, que recuerda que el ajuste de casamiento, que se aplica a las carteras con unos criterios muy estrictos fue diseñado para reconocer los beneficios económicos de contar con activos y pasivos a largo plazo ampliamente casados. En este punto, Insurance Europe exige ciertas mejoras y clarificaciones para asegurar que esto funciona como se pretende.
En cuanto a las cargas de riesgo para las inversiones a largo plazo, como los proyectos de infraestructuras, la inversión en pymes y las titulizaciones, la patronal europea advierte de que “son innecesariamente elevadas”. Para Insurance Europe, “estos fallos pueden corregirse sin poner en peligro la protección del tomador. Los Actos Delegados deben ser mejorados para aquellas clases de activos que son más importantes para el crecimiento y el empleo en Europa”.