La formación en RCP: clave para salvar vidas en caso de parada cardiorrespiratoria

La formación en RCP: clave para salvar vidas en caso de parada cardiorrespiratoria

Cada año en España 30.000 personas sufren una parada cardiorrespiratoria extrahospitalaria, con una tasa de supervivencia inferior al 10%. La formación en RCP y primeros auxilios incrementa significativamente las posibilidades de salvar vidas.


Cada año, miles de personas fallecen en España a causa de una parada cardiorrespiratoria extrahospitalaria (PCEH), de las cuales casi el 80% ocurren en el domicilio. Solo en nuestro país se registran alrededor de 30.000 casos anuales, con una tasa de supervivencia inferior al 10%. En el conjunto de Europa, la cifra supera los 350.000 episodios cada año.

La supervivencia ante una parada cardiorrespiratoria depende de la rapidez de la respuesta

“Intervenir de manera eficaz durante los primeros dos minutos puede elevar la supervivencia a más del 70%, mientras que por cada minuto que pasa sin actuar, las posibilidades se reducen en torno al 10%”. Lo explica Pablo Turrión, director médico del Hospital Sanitas la Moraleja.

La importancia de contar con recursos accesibles

Los desfibriladores externos semiautomáticos (DESA) son dispositivos sencillos de utilizar que permiten aplicar una descarga eléctrica para recuperar el ritmo normal del corazón. Su presencia en espacios públicos, junto con la capacitación de ciudadanos para manejarlos, aumenta de manera significativa las posibilidades de supervivencia.

Formación en RCP y primeros auxilio completa este círculo de protección

No solo contribuye a salvar vidas en casos de parada cardiorrespiratoria, sino que también resulta crucial en emergencias más frecuentes como atragantamientos, hemorragias o traumatismos.

En consecuencia, actuar rápido puede evitar consecuencias irreparables, y para ello no basta con que solo los profesionales sanitarios tengan estos conocimientos. Es fundamental que la población general esté formada y se sienta capaz de responder ante una emergencia. En esta línea, la American Heart Association (AHA) estima que por cada 1.000 a 1.500 personas entrenadas en RCP se salva una vida, lo que convierte la enseñanza masiva en una de las intervenciones más eficientes en salud pública.

Ante esta situación, los especialistas de Sanitas recomiendan:

Incluir formación obligatoria en el ámbito educativo

Incorporar la enseñanza de RCP básica y primeros auxilios en los planes de estudio, comenzando con dinámicas sencillas y juegos en primaria, formación práctica en secundaria y certificaciones oficiales en bachillerato o formación profesional.

 Ampliar la presencia de desfibriladores semiautomáticos (DESA)

No sólo en los espacios públicos donde ya son habituales, sino en comunidades de vecinos, pequeños negocios, y asegurar su correcto uso con programas de formación accesibles que expliquen cómo localizarlos, activarlos y utilizarlos de forma segura.

Garantizar la actualización periódica de la formación

Ofrecer cursos de reciclaje cada 1 o 2 años para reforzar la práctica de maniobras de RCP y primeros auxilios, adaptando los contenidos a las últimas recomendaciones científicas y asegurando que la población mantenga la confianza para intervenir.

Concienciar sobre la urgencia de actuar en los primeros minutos

Recordar a la población, a través de acciones divulgativas y educativas, que una intervención temprana puede mejorar de forma decisiva la supervivencia y que los conocimientos básicos en RCP y primeros auxilios permiten ofrecer una ayuda inicial eficaz.

Pablo Turrión, director médico del Hospital Universitario Sanitas la Moraleja

“Además, adquirir competencias en primeros auxilios no solo incrementa la confianza para intervenir en una emergencia, sino que también transforma hogares, colegios y espacios públicos en entornos más seguros para todos”.

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