
La presión laboral durante la Navidad afecta el equilibrio emocional y familiar de los españoles, según el informe de Cigna Healthcare. Estrategias como calendarios de tareas, microrituales de desconexión y reparto de roles en casa ayudan a gestionar el estrés navideño.
Durante las fechas navideñas, la presión laboral suele intensificarse debido al cierre de proyectos, los aumentos de demanda en ciertos sectores y la necesidad de cumplir metas antes de finalizar el año. Esta sobrecarga de trabajo no solo afecta el equilibrio emocional de los empleados, sino que termina trasladándose al entorno familiar, generando un clima de tensión que dificulta la desconexión y puede erosionar la convivencia en un periodo tradicionalmente asociado al descanso y al tiempo compartido.
Según el informe Cigna Healthcare International Health Study
El 28% de los españoles afirma que su vida personal se ve perjudicada por el trabajo, una situación que termina trasladándose de forma directa a la dinámica del hogar. El cansancio acumulado, la falta de tiempo de calidad y la dificultad para separar lo profesional de lo personal pueden favorecer la aparición de conflictos, distanciamiento y una menor calidad en las relaciones familiares durante unas fechas, como la Navidad, en las que idealmente, se debería favorecer la unión y el bienestar compartido.
La familia continúa siendo el principal pilar de bienestar en España
Así lo refleja el mismo estudio, en el que el 60% de los españoles afirma valorar su vida familiar de forma positiva, calificándola como excelente o muy buena, una cifra que se sitúa ocho puntos por encima de la media global (52%), subrayando la importancia del entorno familiar como espacio de apoyo y estabilidad emocional, sino que también explica por qué cualquier desequilibrio externo termina teniendo un impacto tan directo en el bienestar personal.
Ese equilibrio, no obstante, se puede ver condicionado por el estado general de la salud mental. Más de la mitad de los españoles, un 54%, reconoce que su situación psicológica influye en su vida diaria, lo que acaba reflejándose también en el ámbito familiar. Y, como consecuencia, el 38% afirma hacer menos de lo que le gustaría en casa, el 37% experimenta mayores niveles de estrés y el 29% reduce el tiempo dedicado a su vida personal, debilitando un espacio que sigue siendo clave para el bienestar individual y colectivo.
La presión económica
Actúa como un factor adicional de desgaste emocional tanto en el entorno laboral como en el familiar. Solo un 17% de los españoles se declara satisfecho con su situación financiera personal, frente al 24% a nivel global, una diferencia que refleja la preocupación por la estabilidad laboral y la capacidad de sostener el equilibrio del hogar. De hecho, no es casualidad que el 37% de los encuestados identifique el coste de la vida como una fuente relevante de tensión, ya sea por la dificultad para llegar a fin de mes, por los gastos cotidianos necesarios para el mantenimiento familiar o por la responsabilidad asociada al cuidado y atención de los hijos.
Amira Bueno, directora de Recursos Humanos de Cigna Healthcare España
“En Navidad, la conciliación entre trabajo y vida personal se convierte en un obstáculo especialmente relevante. Hoy en día muchas personas en España sienten que la combinación de presión laboral, compromisos familiares y la necesidad de tiempo en casa afecta directamente a su bienestar y al de sus familias. Y, por eso, me gustaría resaltar lo fundamental que es que las organizaciones no solo fomenten políticas de flexibilidad y apoyo, sino que promuevan una cultura que valore la salud y el equilibrio de las personas, permitiendo que puedan cumplir con sus responsabilidades profesionales sin sacrificar su vida familiar ni su salud mental”.
Estrategias concretas para manejar el estrés navideño
Calendario de “mini-tareas” navideñas
Planificar con antelación compras, cenas y compromisos familiares permite repartir los preparativos a lo largo de diciembre y evita que todo se acumule en los últimos días. Dividir las tareas en pequeñas acciones, con plazos realistas y asumibles puede ayudar a reducir la carga mental y a mantener una sensación de control durante estas fechas. Por ejemplo, reservar un rato un día para comprar regalos y otro para cerrar el menú de Nochebuena favorece un avance progresivo, disminuye el estrés y deja más espacio para disfrutar de los encuentros familiares.
Ranking de prioridades
No todos los planes ni compromisos navideños tienen el mismo peso. Por ello, identificar qué es realmente importante y soltar aquello que añade presión innecesaria puede ayudar a proteger la energía y a centrarse en lo que aporta bienestar personal y familiar. Asimismo, aprender a decir “no”, ajustar expectativas o delegar ciertas tareas puede contribuir a vivir la Navidad con más calma y presencia, evitando que se convierta en una fuente de agotamiento.
Comunicación abierta con la empresa
Compartir con los responsables y los compañeros las necesidades de flexibilidad durante el periodo navideño puede facilitar una mejor coordinación y ayudar a alinear expectativas. Por ejemplo, acordar de antemano franjas en las que no se atenderán correos o llamadas puede contribuir a proteger el tiempo personal y a generar un entorno laboral más comprensivo. Además, este diálogo también puede ayudar a reducir la sensación de presión o culpa asociada a tareas pendientes, favoreciendo una vivencia más equilibrada entre trabajo y vida familiar.
Microrituales de desconexión
Reservar cada día unos 20 o 30 minutos para caminar, meditar o realizar una actividad que resulte relajante puede ayudar a soltar la tensión acumulada y a recuperar sensación de equilibrio. Asimismo, complementar este momento con una breve reflexión personal, centrada en pequeños logros o experiencias positivas del día, puede favorecer un mejor estado de ánimo y ayudar a mantener perspectiva ante las exigencias propias de estas fechas.
Repartir roles navideños en casa
Compartir tareas domésticas y familiares puede ayudar a que la carga no recaiga en una sola persona y a fomentar el apoyo dentro del hogar. Para ello, se pueden asignar tareas familiares con un toque divertido, como “chef del día”, “responsable de luces” o “responsable de la playlist navideña”. De esta manera, se puede facilitar la organización y transformar los preparativos en una experiencia compartida, más ligera y menos estresante para todos.
Pausas-reset en la oficina
Incorporar microdescansos durante la jornada laboral, aunque sean solo cinco minutos, puede ayudar a reducir la fatiga física y mental, mejorar la concentración y evitar que el estrés se acumule hasta casa. Además, antes de salir del trabajo, se recomienda dedicar 2–3 minutos a un “ritual de cierre”, como, por ejemplo, ordenar el escritorio, escribir las tres tareas prioritarias para el día siguiente y respirar profundamente. Con ello, lo que se busca conseguir es separar mentalmente el trabajo de la vida familiar y llegar a casa más relajados.