
El estrés y el calor favorecen un estado de fatiga acumulada e influyen en la producción y regulación de hormonas y neurotransmisores importantes para conseguir un descanso reparador. Unos de los más destacados el el cortisol, relacionado con el estrés y el GABA, encargado de inhibir células involucradas en funciones excitatorias. Sigue leyendo