Los patinetes eléctricos, cuyo parque móvil en España cuenta ya con más de un millón de unidades, son uno de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) que más protagonismo han conseguido tras la pandemia. Debido a este auge, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha implantado un nuevo reglamento que entró en vigor hace apenas unas semanas que especifica los requisitos que deberán cumplir los vehículos para poder circular en territorio nacional.
Por este motivo, Rastreator ha realizado un análisis sobre los seguros para este tipo de vehículos que muestra un aumento en el interés hacia las pólizas para patinetes eléctricos desde principios de año, concretamente un incremento del 47% en búsquedas respecto al mismo periodo del año anterior.
El auge de los seguros para patinetes eléctricos
Víctor López, responsable de aseguradoras de Rastreator, explica que “el auge en la contratación de pólizas de VMP también se debe al aumento de accidentes que está habiendo estos últimos meses, puesto que los patinetes eléctricos circulan en carreteras urbanas, donde la probabilidad de sufrir un siniestro se eleva notablemente. Además, en estos últimos dos años, ciudades como Barcelona, Alicante, Palencia, Benidorm, Pozuelo de Alarcón o Mahón ya exigen un seguro obligatorio para patinetes eléctricos por lo que el interés por este tipo de pólizas se incrementará a medida que otros gobiernos autonómicos y locales se vayan sumando a la obligatoriedad del seguro para vehículos de movilidad personal”.
¿Están preparadas las ciudades para la circulación de patinetes eléctricos?
Tras el aumento del número de patinetes eléctricos, la normativa ha señalado que los vehículos de movilidad personal únicamente puedan transitar por la calzada o los carriles para bicicletas, mientras que se prohíbe la circulación en aceras, zonas peatonales, carreteras nacionales o autovías y túneles urbanos con el objetivo de evitar accidentes. Sin embargo, el 67% de los españoles cree que su ciudad no está bien adaptada para el uso de este tipo de vehículos.
Víctor López destaca que “según el informe de Rastreator, casi siete de cada 10 españoles creen que su ciudad no está bien adaptada para el uso de vehículos de movilidad personal. Por este motivo, es importante que las ciudades faciliten la circulación de los patinetes eléctricos para que así se reduzca el número de accidentes causados por dichos vehículos y se incremente el número de personas que opten por usar métodos de transporte ecológicos como los VMP.”
Precio medio de los seguros para VMP
El incremento del interés por los seguros de patinete ha hecho que las compañías aseguradoras ofrezcan una variedad más amplia de estos productos con el objetivo de adaptar los seguros a las necesidades de cada usuario y ampliar así sus coberturas.
De este modo, se pueden encontrar seguros básicos desde 20 euros al año para aquellos conductores que únicamente busquen una póliza que incluya la responsabilidad civil, obligatoria en algunas ciudades. Por otro lado, también existen los seguros ampliados desde 50 euros al año, pensados para los usuarios que quieran optar por una póliza que cubra también los accidentes personales e indemnizaciones en caso de fallecimiento o discapacidad. Si por el contrario, el conductor prefiere que el seguro tenga unas coberturas premium, como asistencia en carretera, robo o daños accidentales, el precio medio tendrá un coste mínimo superior a los 80 euros anuales.
López, señala que “a la hora de escoger un seguro para patinetes eléctricos es importante que los conductores comparen las distintas ofertas y escojan el producto que mejor se adapte a ellos y a su vehículo, ya que dependiendo del modelo y precio de los VPM se aconsejará un tipo de seguro u otro”.
Novedades del reglamento: certificado de circulación y velocidad
Entre las novedades que conlleva este nuevo reglamento se encuentran el certificado de circulación del patinete eléctrico expedido por la DGT -donde debe aparecer la ficha técnica, la homologación de la Unión Europea y las especificaciones del fabricante del patinete eléctrico- y el límite de velocidad. Este límite puede alcanzar una velocidad máxima de 25 km/h con el objetivo de disminuir el número de accidentes de los usuarios. Del mismo modo, el incumplimiento de alguna de estas normativas puede llegar a tener una sanción de hasta 500 euros.
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