Instituto Santalucía y LoRIS colaboran en la elaboración de este informe que desgrana las necesidades y vulnerabilidades de cada etapa de la vida sénior.
Instituto Santalucía presenta el informe Las Etapas de la Vida Sénior. En el mismo se analizan las características y necesidades de cada uno de los segmentos de edad que conforman el colectivo sénior.
La población activa sénior representa casi el 29% de la población activa española y casi el 25% de ocupación. Los seniors son una parte relevante del entramado productivo de nuestro país, además de su aportación al consumo.
Frente a la tendencia de amalgamar en un grupo homogéneo a todas las personas que conforman este grupo de población, Las Etapas de la Vida Sénior aclara las diferencias entre subgrupos de edad.
La década incierta, de 55 a 64 años
De los 55 a los 64 años, los seniors presentan la mayor tasa de actividad y empleo en España. A la vez, son los que están en mayor riesgo de pobreza dentro de este amplio colectivo. Por otro lado, la tasa de paro es del 13,44%, mucho mayor que la de los mayores activos de 65 años.
La década dorada, entre los 65 y los 74 años
La soledad es un problema que cobra especial relevancia a partir de los 70 años, y que afecta sobre todo a mujeres. Hoy en día, un 43% de personas con 70 años o más son solteras, viudas o separadas/divorciadas. Lo que nos presenta a la soledad como un problema que adquirirá una escala enorme en el futuro inmediato.
Por ello, más allá de los recursos ordinarios con los que se venía contando hasta el momento, se requiere la aplicación de recursos y políticas anti-soledad.
La década decisiva: 75 a 84 años
Se prevé que en 2050 este grupo etario se componga de 5,7 millones de personas. Se observa que la renta media de los hogares encabezados por las personas sénior de edades tan avanzadas es un 14% más baja que la de los hogares de personas de entre 65 y 74 años (son hogares más pequeños también). Sufren ya problemas de salud que empiezan a perturbar la visión más amable de las edades previas en este plano.
Los años serenos. A partir de los 85
En este grupo de edad se cuentan algo más de 1,6 millones de personas, que se habrán duplicado en 2050. Dos de cada tres personas son mujeres, ratio que irá descendiendo en el futuro.
Los 85 y más años, sin embargo, definen una etapa vital en la que deben desplegarse importantes redes de cuidados públicas, concertadas o privadas. No sólo hay que prever el aspecto material de las infraestructuras y protocolos de acogimiento. También hay que contar con personal cuidador cualificado.
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