
Las gestoras de planes de pensiones apuestan de forma mayoritaria por la implantación de sistemas de adscripción automática como palanca clave para impulsar el desarrollo de los planes de empleo en España. Así se desprende de la XVI Encuesta a Gestoras de Planes de Pensiones del Observatorio Inverco, que recoge la visión del sector sobre la evolución del ahorro previsional y las principales tendencias de cara a 2025.
Según el estudio, el 92% de las gestoras considera que la adscripción automática a planes de empresa sería una fórmula eficaz para fomentar estos productos, mientras que un 88% ve también óptima la exención total de la cotización a la Seguridad Social de todas las aportaciones empresariales, una medida que ya existía antes de 2012.
Estabilidad en las aportaciones y demanda de mayor incentivo fiscal
La mayoría de las gestoras anticipa un escenario de estabilidad o ligera recuperación de las aportaciones a planes de pensiones en 2025. En concreto, el 35% prevé un aumento a cierre de ejercicio y el 46% cree que se mantendrán en niveles similares, aunque la mayor parte de quienes esperan crecimiento lo sitúan por debajo del 5%.
En este contexto, la práctica totalidad de las entidades (96%) considera prioritario recuperar mayores límites de aportación a los planes individuales, hasta los 8.000 euros, con el objetivo de reforzar el ahorro finalista y mejorar la planificación financiera de los hogares.
Fiscalidad, rentabilidad y seguridad, claves para el partícipe
Desde la perspectiva de las gestoras, los factores más valorados por los partícipes son la fiscalidad de las aportaciones, seguida de la rentabilidad, especialmente en el medio y largo plazo, y la seguridad. En el lado negativo, las entidades señalan los cambios sucesivos en la fiscalidad, y en particular las reducciones en los límites de aportación, como el principal elemento disuasorio para el ahorro en planes de pensiones.
De hecho, el 100% de las gestoras considera que los planes de pensiones individuales están insuficientemente incentivados en comparación con otros países de la Unión Europea. Entre las principales reclamaciones figuran una mejor fiscalidad en la prestación, la recuperación de mayores límites de aportación y la incorporación de sistemas de adscripción por defecto en los planes de empleo, como ocurre en países como Reino Unido o Irlanda.
Liquidez a 10 años y refuerzo del asesoramiento
La entrada en vigor del supuesto de liquidez de aportaciones con más de 10 años de antigüedad ha llevado a la mayoría de las gestoras a reforzar el asesoramiento al partícipe, especialmente en relación con el impacto fiscal de la prestación (70%), así como la educación financiera y el acompañamiento en la toma de decisiones.
Solo un 17% considera que la norma debería mantenerse tal y como está, y el 86% opina que los partícipes utilizarán esta liquidez principalmente para necesidades de financiación a corto plazo. De cara a 2026, la mayoría prevé una disminución progresiva del volumen que se hará líquido, tanto en planes individuales como de empleo.
La renta fija mixta vuelve a liderar las preferencias
En cuanto a las estrategias de inversión, la Renta Fija Mixta vuelve a situarse como la categoría más demandada para la campaña de aportaciones de final de año, según el 39% de las gestoras, recuperando la primera posición frente a la Renta Variable Mixta, líder en 2024.
Además, casi la mitad de las entidades considera que el volumen de aportaciones netas en 2025 se mantendrá en niveles similares a los de 2024, frente al 22% que anticipa un descenso adicional y cerca de tres de cada diez que prevé una caída menos pronunciada.
Avances en sostenibilidad y adaptación a DORA
En el ámbito de la sostenibilidad, el 73% de las gestoras ya cuenta con vehículos clasificados como artículo 8 o 9, y tres de cada cuatro sitúan el volumen de estos productos por encima del 75% del patrimonio total gestionado.
Respecto al reglamento DORA, la inmensa mayoría de las entidades señala que no ha registrado incidentes graves relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación, lo que refleja un alto grado de preparación en materia de resiliencia operativa digital.