Después de una larga vida laboral, los españoles asociamos la jubilación al disfrute, el ocio y la libertad. Sin embargo, según el Estudio de Preparación para la Jubilación – La cara cambiante de la jubilación 2013, de Aegon, un alto porcentaje de los encuestados reconoce no haberse parado a pensar en su planificación financiera.
De acuerdo con el estudio, el valor más asociado a los años de retiro laboral es el disfrute. El 30% de los españoles asocia la jubilación a una etapa de la vida alegre en la que disponer del tiempo suficiente para disfrutar de cada momento.
Pero a largo plazo. El 27% de los encuestados por Aegon perciben la jubilación como algo lejano en el tiempo, lo que justifica la escasa preocupación por ocuparse de su planificación financiera.
Otro 27% de los españoles encuestados socia la jubilación con el ocio. Para ellos se trata de una etapa en la que poder realizar un mayor número de actividades de tiempo libre. En este sentido, el 25% considera la jubilación como una época de libertad, en la que se desprenden de las obligaciones laborales.
Pero también es una etapa de inseguridad. Al menos para el 22% de los encuestados. La crisis financiera y los problemas que muestra el Estado para garantizar un sistema de pensiones sostenible hacen que muchos españoles piensen en la jubilación como una etapa de inestabilidad, señala Aegon.
“Los datos del estudio revelan que los españoles prefieren asociar la jubilación con conceptos positivos frente a valores negativos, sin embargo no existe apenas planificación de nuestro futuro financiero para poder disfrutar de esta nueva etapa”, afirma Jaime Kirkpatrick, CEO de Aegon.
Por debajo de los valores anteriores se sitúan los conceptos de pobreza (12%), dependencia (11%), problemas de salud (10%), oportunidad (10%), cansancio (9%), aburrimiento (9%), soledad (7%) y diversión (6%.).
“A pesar de las últimas políticas adoptadas como el retraso en la edad de jubilación, el cálculo de la cuantía final de la pensión y la promoción de una vida activa más larga, existe incertidumbre ante la capacidad de las pensiones por cubrir nuestras necesidades. Si nosotros mismos no nos responsabilizamos de nuestro futuro financiero adoptando medidas, nadie nos asegurará el disfrute de una jubilación digna”, concluye Kirkpatrick.