
La Formación Profesional (FP) vive un momento clave de evolución, marcado por la necesidad de acercar cada vez más la formación al entorno real de trabajo. Así lo reflejan los datos del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, que sitúan en 1.188.901 el número de alumnos matriculados en FP durante el curso 2024-2025, un 4,7% más que el año anterior, con especial crecimiento en los ciclos de Grado Superior.
Este aumento del alumnado va acompañado de una mayor demanda de modalidades flexibles. La enseñanza a distancia también crece tanto en Grado Medio como en Grado Superior, alcanzando más de 213.000 estudiantes. En este contexto, los nuevos modelos educativos apuestan por combinar la virtualización con una formación práctica intensiva, orientada a que los alumnos accedan al mercado laboral con experiencia y seguridad.
Formación conectada con la realidad profesional
Desde Sanitas Campus FP destacan que la clave está en ofrecer al estudiante un contacto temprano con entornos que reproduzcan fielmente la realidad del sector sanitario. Todos sus ciclos formativos cuentan con modalidad virtual, basada en clases en directo, recursos interactivos y contenidos grabados, manteniendo el mismo nivel de seguimiento que la formación presencial.
“Nuestro principal valor diferencial es el entorno práctico. Los alumnos pueden entrenarse antes de sus prácticas en instalaciones equipadas con la misma tecnología que hospitales y clínicas de Sanitas, lo que les permite llegar al mercado laboral con mayor confianza y preparación”, explica Marisa Bermejo, directora de Sanitas Campus FP Madrid.
Metodologías innovadoras al servicio del empleo
Entre los principales cambios que están transformando la FP destacan el entrenamiento en entornos reales, la incorporación de casos prácticos basados en situaciones clínicas, y el desarrollo de habilidades transversales como la comunicación o el trabajo en equipo mediante prácticas supervisadas. A ello se suma una evaluación más centrada en el desempeño real del alumno, que va más allá del examen teórico, y el uso de recursos digitales como complemento del aprendizaje presencial.
Este enfoque integral permite reducir la brecha entre la formación académica y la realidad laboral, especialmente en sectores de alta exigencia como el sanitario. “Nuestro modelo combina innovación educativa, práctica en instalaciones punteras y conocimiento especializado en salud, ofreciendo a los alumnos una visión clara y realista de su futuro profesional”, concluye Bermejo.
Con casi 1,2 millones de estudiantes y una creciente apuesta por metodologías prácticas y flexibles, la Formación Profesional se consolida así como una vía cada vez más atractiva y eficaz para dar respuesta a las necesidades del mercado laboral.