Mapfre analiza el impacto económico de la brecha de género en las pensiones



Mapfre analiza el impacto económico de la brecha de género en las pensiones

El impacto económico de la brecha de género en las pensiones superó los 26.000 millones de euros en 2018, un 2,2% del PIB. Es una de las principales conclusiones que se extraen del tercer estudio de ClosinGap Coste de oportunidad de la brecha de género en las pensiones, con el liderazgo de Mapfre.

En palabras de Antonio Huertas, presidente de Mapfre, “todas las brechas de género son inaceptables, pero la de las pensiones es especialmente lesiva para las mujeres, porque su longevidad y sus necesidades de atención a la salud son aún mayores. Se trata de una desigualdad que se va corrigiendo, pero, por justicia individual, este proceso ha de acelerarse y, por necesidad colectiva derivada de su impacto en la economía, necesitamos que así sea”.

Tal y como señala el estudio, hoy en día el sistema público de pensiones gasta menos recursos en mujeres. Aunque la brecha se ha reducido en las nuevas altas de pensiones porque las mujeres causan su propia pensión, la pensión pública promedio de una mujer, incluyendo todas las contributivas, es de 740,2 euros, frente a los 1.162,3 euros percibidos de media por los hombres pensionistas.

Las lagunas de cotización, claves en la brecha de género en pensiones

La trayectoria laboral de las mujeres es uno de los principales determinantes de la menor cuantía de pensión percibida. Dicha trayectoria desemboca, por un lado, en lagunas de cotización por maternidad y cuidados de los hijos. Por otro, en lagunas de cotización por desempleo de larga duración. Combinadas o por separado dan lugar, en último término, a pensiones por jubilación de menor cuantía que las percibidas por los hombres.

En el caso de las lagunas derivadas de la interrupción de la carrera laboral por maternidad, el impacto sobre la pensión pública por jubilación es mayor cuanto más alto sea el nivel educativo completado por la mujer trabajadora y cuanto más se dilate el periodo de interrupción.

La mayor prevalencia del desempleo de larga duración entre las mujeres es la causante de las lagunas de cotización en este ámbito. Así, según el informe, en 2018 el 11,3% de las mujeres de entre 35 y 44 años habría generado lagunas de cotización por desempleo con motivo de la crisis económica, pero solo un 1,7% podría completarlas voluntariamente para su jubilación a partir de 2019. En el caso de los hombres, se encontraban en dicha situación el 8,6% del total.

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