El edificio de Mapfre situado en la calle Sor Ángela de la Cruz, 6, en Madrid, ha obtenido el certificado de sostenibilidad LEED Platino, el nivel máximo de dicha certificación bajo la modalidad de núcleo y envolvente. Este nivel de certificación solamente lo poseen 6 edificios de oficinas en toda España.
LEED es un sistema de certificación voluntario que puntúa aspectos como el emplazamiento sostenible, el uso eficiente del agua, el ahorro energético, un uso eficiente de los materiales y recursos naturales y la calidad del ambiente interior del edificio.
El edificio, ubicado en el centro de Madrid, se encuentra rodeado de multitud de servicios para los ocupantes. De esta manera se reduce el impacto medioambiental asociado al transporte por medio de sus usuarios, quienes tienen la posibilidad de utilizar una amplia gama de transporte público, tanto metro como líneas de bus urbano.
Por otro lado, para aquellos que lo deseen, es posible utilizar otro modo mucho más saludable como la bicicleta al contar el edificio con espacios reservado para su aparcamiento, así como duchas para que los ciclistas puedan cambiarse antes de su jornada. Estos vestuarios también pueden ser utilizados después de realizar cualquier otra actividad deportiva.
Para aquellos que utilicen el vehículo privado, el edificio dispone de plazas preferenciales de aparcamiento para los vehículos de más baja emisión eléctricos, así como para aquellos compartidos por más de un usuario. Se ha reducido el efecto de isla de calor, tan perjudicial en las grandes ciudades, mediante la selección de pinturas especiales y acabados muy claros en cubierta, así como una remodelación del paisajismo y de los espacios públicos de planta baja dándole una mayor importancia a la vegetación en el entorno del edificio.
España presenta un grave problema de escasez de agua y es por ello por lo que se ha realizado un esfuerzo adicional para reducir el impacto hídrico asociado al uso del edificio. El consumo de agua se reduce en más de un 40% comparado con un edificio convencional mediante la selección de unos aparatos sanitarios de alta gama y muy bajo consumo sin renunciar a la percepción de calidad y confort del usuario, de igual manera la plantación exterior es de bajo consumo de agua de riego.
El uso energético y el impacto en la atmósfera es, posiblemente, uno de los mayores impactos de los edificios en el planeta. El diseño ha cuidado el ahorro energético y ha conseguido obtener ahorros por encima del 30% comparándose con un edificio de referencia. La envolvente ha sido mejorada mediante un aumento de su aislamiento, una reducción de su infiltración y una mejora del comportamiento solar.
La iluminación ha sido totalmente renovada. De esta forma se obtienen ahorros mayores al 50% en este concepto. Como complemento, se obtienen ahorros muy elevados en el consumo asociado a los ventiladores de los fan-coil y las unidades de tratamiento de aire interior, al ser estos de muy bajo consumo. Estos resultados sitúan al edificio a la cabeza de cara al horizonte 20-20, cuando el consumo energético casi nulo sea necesario (nueva normativa NZEB).
Este diseño eficiente no habría sido posible sin la utilización de simulación energética por ordenador desde las fases iniciales. El ahorro energético estimado está en el orden de los 428.429kWH comparable a la producción fotovoltaica de una instalación de 2.300m2., evitando con ello emitir CO2 a la atmósfera equivalente a 3.500 árboles o lo que es igual, a una arboleda superior a 10 campos de futbol.
La rehabilitación de edificios es mucho más sostenible que la nueva edificación. En este caso concreto, se reaprovechó el 95% de los elementos estructurales y de fachada existentes por lo que comparativamente con la construcción de un edificio de nueva planta se ha producido un importante ahorro ambiental. Respecto a la construcción, más del 75% de los residuos de obra han sido reciclados. De igual forma, se ha cuidado la selección de los materiales primándose aquellos que provienen de reciclados o de extracción nacional, reduciéndose el impacto asociado a la extracción y el transporte de las materias primas. Asimismo, las maderas seleccionadas provienen de explotaciones responsables y poseen el sello de certificación FSC, reconocido internacionalmente.
Por último, hay destacar la excelente calidad del ambiente interior en las oficinas. La calidad del aire ha sido cuidada desde incluso la fase de construcción. La selección de acabados ha sido cuidada de manera que se eliminan la presencia de compuestos orgánicos volátiles (COVs). Los niveles de ventilación y la calidad de filtración son excelentes con niveles por encima de la normativa en muchos casos. El diseño arquitectónico y de interiorismo permite vistas desde todos los puntos de la oficina, maximizando los niveles de iluminación natural.
El edificio Sor Ángela de la Cruz ha puntuado muy por encima de la media en todas las categorías anteriores convirtiéndose en un referente entre los edificios de su clase. La gestión LEED ha corrido a cargo por la consultora de ingeniería internacional Cundall, quienes han liderado el proceso LEED desde la conceptualización del proyecto. Es precisamente por el compromiso temprano de Mapfre con esta certificación que el nivel de certificación Platino ha sido conseguido sin sobrecostes ni retrasos.