Marsh ha presentado las principales conclusiones del Global Risks Report 2021, documento elaborado por el Foro Económico Mundial con la colaboración de Marsh & McLennan, que identifica los riesgos globales a los que se enfrenta el mundo, por probabilidad de ocurrencia e impacto, basados en una encuesta realizada a más de 650 líderes empresariales.
Se trata de la 16ª edición del informe. Los riesgos medioambientales copan la lista de riesgos globales por probabilidad de ocurrencia en los próximos 10 años. En concreto, son los fenómenos meteorológicos extremos, el fracaso en la acción climática, los daños en el medio ambiente por la acción del ser humano y la pérdida de biodiversidad. A estos se suman el riesgo de enfermedades infecciosas, que completa la lista de los cinco riesgos con más probabilidad de ocurrencia en los próximos años. En esta lista también se clasifican riesgos tecnológicos, sociales y geopolíticos. Como la concentración del poder digital, la desigualdad digital. Así como la fractura de las relaciones entre estados. El fracaso en la ciberseguridad y la crisis de empleo e ingresos de las personas.
Los riesgos de mayor impacto
En cuanto a los riesgos con mayor impacto; las enfermedades infecciosas, seguidas del fracaso en la acción por el clima, las armas de destrucción masiva, pérdida de biodiversidad, escasez de recursos naturales, daños al medio ambiente por la acción del ser humano, crisis de medios de subsistencia, fenómenos meteorológicos extremos, crisis de deuda y la ruptura de infraestructuras de tecnologías de la información.
“El mundo se enfrenta a dos importantes retos: la salud del planeta y la salud de los seres humanos. Tenemos que seguir actuando, en coordinación, empresas, gobiernos y sociedad para desarrollar planes y políticas que nos permitan vivir en un mundo lleno de oportunidades para la población”, ha señalado José María Carulla, managing director de Marsh España y portavoz del informe.
La importancia de la planificación de riesgos
Por primera vez, el informe evalúa los riesgos en función del momento en que los encuestados perciben que supondrán una amenaza crucial para el mundo. Los peligros más inminentes (se pueden materializar desde ahora hasta dentro de 2 años) son las enfermedades infecciosas, la crisis de empleo (ingresos de las personas), los fenómenos meteorológicos extremos, la falta de ciberseguridad y la desigualdad digital. A medio plazo (de 3 a 5 años) son los riesgos económicos y tecnológicos; el estallido de burbujas de activos, caída de infraestructuras de TI, inestabilidad de precios y crisis de deuda. Por último, están las amenazas a largo plazo (de 5 a 10 años): las armas de destrucción masiva, el colapso de los Estados, la pérdida de biodiversidad, avances tecnológicos adversos y crisis de los recursos naturales.
“No debemos ignorar la planificación y los riesgos a largo plazo” ha comentado Carulla. Además “no hay que olvidar un año récord en ciberataques en nuestro país y a nivel mundial, tanto por el número de episodios como por el impacto de estos, que son cada vez más sofisticados y peligrosos”.
“En el ámbito empresarial, ante la incertidumbre del futuro próximo, las compañías deben revisar continuamente sus estrategias de mitigación de riesgos. Y reforzar su estructura y planes para superar crisis”, ha concluido el especialista.
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