
La meteorología adversa sigue siendo uno de los grandes factores de riesgo en las carreteras españolas. Entre 2014 y 2023, más de 1.600 personas perdieron la vida y cerca de 180.000 resultaron heridas en accidentes de tráfico ocurridos con condiciones climatológicas desfavorables, según el estudio “Cuidado, mal tiempo. Influencia de la meteorología adversa en los accidentes de tráfico (2014-2023)”, elaborado por la Fundación Línea Directa en colaboración con Fesvial.
En total, durante ese periodo se registraron más de 134.000 siniestros relacionados con lluvia, niebla, viento o nieve, lo que supone que uno de cada diez fallecidos en carretera se produjo en accidentes con meteorología adversa. Además, casi 8.000 personas necesitaron hospitalización debido a la gravedad de las lesiones.
El informe advierte de que el último trimestre del año, de octubre a diciembre, es el más peligroso, al coincidir el incremento de desplazamientos con fenómenos meteorológicos desfavorables. A ello se suman conductas imprudentes y carencias en el mantenimiento de los vehículos, que elevan considerablemente el riesgo.
Falta de formación y comportamientos de riesgo
Uno de los datos más preocupantes del estudio es la falta de preparación de los conductores: el 90% reconoce no tener formación suficiente para conducir con meteorología adversa. Además, el 73% asegura haber vivido situaciones de riesgo en carretera por causas climáticas, siendo la falta de visibilidad (44%) y el aquaplaning (25%) las principales fuentes de peligro.
Pese a ello, la concienciación no es plena. Un 22% de los conductores —unos 6,2 millones de personas— admite cometer infracciones cuando hace mal tiempo, especialmente exceso de velocidad y no respetar la distancia de seguridad. A esto se suma que 3,7 millones de automovilistas (13%) reconocen circular con condiciones meteorológicas adversas a pesar de llevar el vehículo con un mantenimiento deficiente.
La lluvia, la más frecuente; la niebla intensa, la más letal en accidentes de tráfico
Por tipo de fenómeno, la lluvia está presente en el 66% de los siniestros con mal tiempo, seguida de la niebla ligera (20%) y el viento fuerte (7%). Sin embargo, es la niebla intensa la que registra mayor letalidad, con una proporción de fallecidos que más que duplica la de un accidente de tráfico convencional.
Según explicó la directora general de la Fundación Línea Directa, Mar Garre, “con lluvia, un coche que circula a 90 km/h puede necesitar hasta 32 metros más para detenerse”, por lo que insiste en la importancia de extremar la prudencia, moderar la velocidad y mantener el vehículo en buen estado, especialmente en periodos como los desplazamientos navideños.
Grandes diferencias territoriales
El estudio también pone de manifiesto una clara brecha entre el norte y el sur de España. Galicia lidera el ranking de comunidades autónomas con mayor proporción de fallecidos en accidentes con meteorología adversa (19,9%), seguida de Asturias (18%) y Navarra (15,5%), todas muy por encima de la media nacional, situada en el 9,5%. En el extremo contrario se encuentran la Región de Murcia (2,8%) y Canarias (3,7%).
En cuanto a infraestructuras, el tramo con más fallecidos en accidentes con mal tiempo es la B-10 de Barcelona, seguido de otros tramos en Cataluña, Castilla y León y Galicia.
El accidente tipo
El perfil más habitual de este tipo de siniestro corresponde a conductores hombres (72%), de alrededor de 40 años, y suele producirse durante el día, aunque la probabilidad de fallecimiento aumenta notablemente por la noche. El viernes es el día con mayor número de accidentes y los meses de octubre a diciembre concentran la mayoría de los casos.
Aunque el 66% de los accidentes ocurre en entornos urbanos, la letalidad es mayor en vías interurbanas, especialmente en carreteras convencionales. Los turismos son los vehículos más implicados, con una antigüedad media de 11 años, si bien los accidentes en los que intervienen camiones resultan los más mortales.
Con este informe, la Fundación Línea Directa busca reforzar la concienciación sobre los riesgos de conducir con climatología adversa en un contexto en el que, además, el 72% de los conductores considera que el cambio climático tendrá un impacto negativo en la seguridad vial debido al aumento de fenómenos extremos.