El presidente del CGPJ, Vicente Guilarte Gutiérrez, entrega a Pascual Sala Sánchez el XXIX Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio.
El pasado 16 de noviembre, se celebró en Madrid la entrega del XXIX Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio. El galardonado fue Pascual Sala Sánchez, ex presidente del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial.
El evento contó con la presencia de más de 600 personas. Entre ellas se encontraban personalidades políticas, jurídicas y empresariales, así como ilustres juristas del Consejo General del Poder Judicial, Tribunal Supremo, Tribunal Constitucional, Consejo de Estado, Fiscalía, Audiencias, Parlamentarios, Rectores de Universidad, Letrados y Procuradores de los más prestigiosos despachos, máximos representantes de la Universidad, de la política, así como de la sociedad y del mundo empresarial.
Francisco Lara Martín, presidente de Grupo Pelayo, dedicó unas palabras de bienvenida a los asistentes y convocó la XXX Edición del Premio.
El Premio Pelayo, que alcanza su XXIX edición, está dotado con 30.000 euros (que goza de exención fiscal) y una estatuilla conmemorativa. D. Pascual Sala Sánchez, hizo un brillante discurso como galardonado. Agradeció el reconocimiento que supone el Premio Pelayo y compartió su reflexión sobre la integridad y precisión de los derechos económicos y sociales en nuestra constitución, como pieza angular de una sociedad democrática.
«Sin el derecho como pieza fundamental de un Estado democrático, es imposible una ordenada convivencia, y que los principios rectores de la política social y económica avalan la integridad de los derechos económicos y sociales al imponer a los poderes públicos con toda contundencia», resaltó.
Juan Luis Cebrián Echarri, académico de Número de la RAE, realizó la semblanza del Sala a través de un recorrido por su trayectoria profesional. Destacó la necesidad actual de jueces como él, coherentes consigo mismos, con los principios que representan como guardianes de la ley e inmunes a cualquier obediencia que no sea la que la ley misma dicta. Definió a Pascual Sala como un defensor a ultranza del Estado de derecho, sin el que es imposible que exista democracia
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