La prevención del cáncer cervical comienza con hábitos saludables y el autocuidado. Estrategias efectivas reducen el riesgo de esta enfermedad.
La prevención del cáncer cervical comienza con la adopción de hábitos saludables y el autocuidado. Por eso, aunque el virus del papiloma humano (VPH) es el principal causante, existen estrategias efectivas que pueden reducir notablemente el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Acudir a revisiones anuales
Las revisiones ginecológicas anuales son fundamentales para detectar de manera temprana cualquier alteración en el cuello uterino. Estas consultas no solo permiten identificar lesiones precancerosas, sino que también son una oportunidad para informarse correctamente sobre la prevención y la importancia de la vacuna contra el VPH. Además de la citología, la prueba de detección del VPH es un método cada vez más utilizado por su alta sensibilidad en la identificación de infecciones de alto riesgo.
Virginia del Palacio, psicóloga de Blua de Sanitas señala que “el miedo a un posible diagnóstico puede generar ansiedad, pero las revisiones anuales son una herramienta fundamental para afrontarlo. Estas revisiones son las que permiten, en caso de detectar algo, desarrollar un diagnóstico temprano. De esta manera afrontar y procesar la situación siempre será más sencillo”.
Practicar sexo seguro
La mayor prevención comienza con una vida sexual responsable. Usar la protección adecuada durante las relaciones reduce el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, incluido el VPH. Estas prácticas, combinadas con la vacunación contra el VPH, disminuyen el riesgo de aparición de cáncer de cuello uterino.
Vacunación masculina
Aunque el cáncer de cuello uterino afecta solo a las mujeres, vacunar a los hombres contra el VPH reduce la transmisión del virus y contribuye a una disminución global de los casos. Esta estrategia amplía la protección comunitaria frente al VPH.
Atención en mujeres mayores
La prevención y detección no deben detenerse después de la menopausia, ya que el cáncer de cuello uterino puede aparecer en mujeres mayores
Evitar fumar
El tabaco contiene sustancias químicas que debilitan el sistema inmunológico y dificultan la capacidad del cuerpo para combatir infecciones, como el virus del papiloma humano (VPH). Además, fumar daña las células del cuello uterino, haciéndolas más vulnerables a convertirse en cancerígenas.
Cambiar los malos hábitos de estilo de vida y alimentos
Una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales integrales y baja en grasas saturadas, fortalece el sistema inmunológico en general. En este sentido, incorporar actividad física regular y mantener un peso adecuado ayuda a prevenir enfermedades crónicas que pueden aumentar el riesgo de aparición de cáncer.
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