Según los últimos datos del comparador de seguros de coche Acierto.com, casi cinco millones de españoles conducen o han conducido alguna vez de forma imprudente, incluido el consumo de drogas y alcohol. Estos comportamientos temerarios son la causa de 1 de cada 5 fallecimientos en accidentes con víctimas mortales. Y no solo eso, sino que los delitos contra la Seguridad Vial suponen un 35% de los que se producen en nuestro país.
Bajo el efecto del alcohol
Conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas es, de hecho, el más habitual (supone el 60% de los casos). La encuesta del comparador de seguros pone de manifiesto otro dato preocupante: casi la mitad de los españoles afirma haber conducido alguna vez tras consumir bebidas alcohólicas. Y hasta el 14% lo ha hecho superando conscientemente el límite legal de alcoholemia.
Ir a más de 200 km/h por la autopista, negarse a realizar los controles y circular sin carné son otros habituales de esta lista de delitos. Lo más curioso es que más de 9 millones de conductores desconocen que podrían acabar en la cárcel como consecuencia de esto. «Gran parte de los usuarios tampoco sabe que cualquier siniestro ocasionado bajo los efectos del alcohol supone que la aseguradora pueda reclamar al asegurado todos los daños. Estos pueden llegar a superar el millón de euros en caso de lesiones graves o fallecimientos», comenta Carlos Brüggemann, cofundador de Acierto.com. «En definitiva, se trata de un acto imprudente que puede trastocar la vida del usuario que conducía bajo los efectos del alcohol, desde el punto de vista emocional pero también económico», remata.
Modas y retos virales, un peligro cada vez más frecuente
Durante los últimos días numerosos medios de comunicación y usuarios se han hecho eco de un reto viral que se ha convertido en el nuevo quebradero de cabeza para la DGT: el Bird Box Challenge. El origen de esta moda se encuentra en la película de Netflix que le da nombre (A ciegas en España) y cuya protagonista debe permanecer con los ojos vendados para sobrevivir. Entre las acciones más peligrosas de sus fans se encuentra la de conducir a ciegas.
No es el único. El pasado verano se popularizaron otros dos que implican riesgos parecidos: el Baby Shark Challenge y el In My Feelings Challenge. El objetivo consistía en bajarse del coche en marcha para ponerse a bailar a su lado. Algunos incluso lo hicieron en plena autopista.
También han sido sonadas las carreras de trompos, los desafíos de grabarse circulando a altas velocidades, en sentido contrario e incluso, con el “paquete” de la moto mirando hacia atrás. En definitiva unas conductas consideradas como “conducción temeraria”, que implica que el conductor está “actuando con excesiva imprudencia, arrastrando peligros y amenazando la vida o integridad de las personas”. ¿La pena? Entre seis meses y dos años de cárcel. Y, evidentemente, aquí el seguro no se responsabilizará.
Respecto al perfil de infractor, son los varones de entre 18 y 24 años los que reconocen haber llevado a cabo estas prácticas con mayor frecuencia. Por comunidades autónomas es en Baleares y Murcia donde “peor” se conduce. Si nos comparamos con el resto de europeos, alemanes y españoles somos los que peor parados salimos a la hora de perder los nervios al volante.
Niños y mascotas, grandes desprotegidos
Si hablamos de delitos, otro de los grandes debates es el de incluir determinadas infracciones bajo esta tipificación. Es el caso, por ejemplo, de manipular el móvil durante la marcha o llevar a los niños con un sistema de retención infantil inadecuado. Hasta 1,2 millones de padres no llevan a sus hijos en la sillita homologada. Las cifras del comparador de seguros de coche revelan que hasta el 27% afirma no hacerlo nunca y que el 10% opina que la silla no protege adecuadamente a sus hijos. El 52%, además, los monta en la silla con el abrigo puesto; algo que dispara en hasta un 80% las posibilidades de que el pequeño salga disparado en una frenada brusca.
Por otra parte, el 32% de dueños de mascotas prefiere dejar a la suya suelta por el habitáculo. El endurecimiento de las multas por usar el WhatsApp al volante es otro de los debates de la palestra informativa y una infracción grave cuyos números no dejan de ascender.