Recomendaciones de Axa Assistance para prevenir y tratar los problemas de salud típicos del verano



Axa Assistance ha elaborado una serie de recomendaciones para que disfrutes de tus días de descanso sin complicaciones en lo que a temas de salud se refiere:

Intoxicaciones

El aumento de las temperaturas provoca la proliferación de microbios en los alimentos y esto hace que las intoxicaciones alimentarias sean mucho más frecuentes en verano. Para evitar en la medida de lo posible estos problemas es imprescindible mantener los alimentos en el refrigerador y si es posible cocinar los alimentos en el momento en que se vayan a consumir.

Los huevos son uno de los principales alimentos que provocan intoxicaciones en verano cuando se comen en crudo como por ejemplo en la mahonesa y que puede provocar salmonella. Es aconsejable consumirla envasada para evitar contaminaciones. Los mariscos son otros de los productos que si no se mantienen en buenas condiciones pueden provocar graves intoxicaciones.

Picaduras de insectos y medusas

También con el calor aumentan las picaduras de insectos. Las más frecuentes en España son las del mosquito trompetero o el mosquito tigre. Los insectos son atraídos por la sudoración por lo que mantener una buena higiene puede ayudar a evitar las molestas picaduras. Sin embargo, son también atraídos por los olores dulces de algunos jabones y colonias. Evitar los focos como los contenedores de basuras, charcos y jardines en flor también es imprescindible. Por otro lado, existen en el mercado enchufes anti mosquitos, cremas y otros sistemas para ayudar a minimizar las picaduras.

En los últimos años y especialmente en algunas zonas de la península proliferan también plagas de medusas. Se deberá prestar atención a las banderas indicativas en la costa para evitar el baño en caso de plaga. Existen también en el mercado algunas cremas solares que repelen a las medusas. En caso de picadura es recomendable el lavado con agua salada (nunca agua dulce), no rascarse y sacar los restos de tentáculos si son aún evidentes y aplicarse un choque de frío mediante una bolsa de plástico llena de hielo durante unos quince minutos.

Golpes de calor y deshidratación

Los grupos de población más vulnerables son los niños y bebés y las personas mayores. Para prevenir la deshidratación lo más recomendable es la ingesta de líquidos frecuentemente incluso en las horas de sueño en los niños más pequeños. Evitar el sol en las horas del día más calurosas, la realización de ejercicio físico en estas horas y alimentarse de comidas ligeras son otros de los hábitos que pueden ayudar a evitar estos problemas.

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