Fundación Mapfre inaugurará en los meses de septiembre y octubre tres grandes exposiciones en sus salas de Madrid y Barcelona.
La exposición Redescubriendo el Mediterráneo, que podrá visitarse a partir del 10 de octubre en la Sala Recoletos de Madrid, propone un recorrido por la cultura mediterránea a través de pinturas y esculturas de diversos artistas —Aristide Maillol, Auguste Renoir, Carlo Carrà, Claude Monet, Henri Matisse, Hermen Anglada-Camarasa, Joaquín Sorolla, Pablo Picasso, Salvador Dalí, y Vincent Van Gogh— entre finales del siglo XIX y principios del XX. La celebración, la felicidad y alegría, la luz mediterránea se convierte así en un símbolo de reconciliación con el pasado y en un lugar de libertad artística para la creación y evolución de un arte moderno.
Fotografía. Un diálogo con el espectador
La sala de exposiciones de Bárbara de Braganza, también en Madrid, será el espacio dedicado a Humberto Rivas, un artista nacido en Buenos Aires en 1937 y afinado en Barcelona, creador de una nueva forma de documentar. Sus imágenes plasman la huella del tiempo y de la memoria con un estilo sobrio y sencillo que invita al diálogo con el espectador.
Esta muestra, la mayor retrospectiva de su obra que se ha hecho hasta el momento que abrirá sus puertas el 21 de septiembre, reivindica la fotografía de Rivas y pone de manifiesto la importante renovación del lenguaje fotográfico que su trabajo ha supuesto. El impacto que causó su obra en la ciudad condal supuso un importante impulso para el reconocimiento de la fotografía como soporte de creación artística en nuestro país, situada en aquellos momentos en una situación de marginalidad con respecto a otras disciplinas artísticas.
En Barcelona, un diálogo entre dos grandes artistas
El 11 de octubre, se presentará en la Casa Garriga Nogués de Barcelona Picasso-Picabia. Más de 150 piezas, entre pinturas, artes gráficas, cartas y fotografías establecen un diálogo entre las obras de Pablo Picasso y Francis Picabia. La muestra plantea un recorrido por un periodo esencial en la historia del arte de nuestro tiempo: desde 1910, cuando el cubismo está en pleno desarrollo, hasta el periodo comprendido entre 1925 y 1928, cuando ambos comparten el gusto por lo que se denomina “clasicismo monstruoso”.
La muestra finaliza con una selección de sus últimos lienzos, en los que, si Picasso vuelve incansablemente a la figura humana, Picabia reduce el acto de pintar a sutiles monocromos salpicados por puntos.
Las exposiciones Redescubriendo el Mediterráneo y Picasso-Picabia se celebran en el marco de Picasso-Méditerranée, manifestación cultural internacional que se desarrolla de 2017 a 2019. Más de sesenta instituciones han preparado juntas una programación en torno a la obra “obstinadamente mediterránea” del pintor malagueño.
Muy olvidado Picabia. Esta exposición no me la pierdo. Al transitar por tantos estilos no tiene una «marca» reconocible. Pero él es genial.