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Aunque la posibilidad de su contratación nos quede muy lejos a la gran mayoría, los seguros para satélites existen y además cumplen una importante función. Vamos a ver cómo funciona en líneas generales un seguro espacial, a quienes va destinado y qué coberturas ofrece.
Un texto de Diego F. Torrealba
¿Tiene usted un satélite? Seguramente de cada cien millones de personas sólo una diría que sí. Si es así, seguramente ya sepa que existen los seguros para satélites. Si no, es un buen momento para conocer un poco acerca de ellos. Sí, aunque no tenga previsto comprarse uno en un futuro cercano.
Bromas aparte, lo cierto es que el sector asegurador ha desarrollado una oferta de coberturas específicas para estos dispositivos que orbitan en el espacio. Este tipo de pólizas las desarrollan compañías especializadas y las entidades que los contratan cuentan con el asesoramiento especializado de brokers como Marsh, a quienes acudimos para conocer más acerca del funcionamiento de este tipo de productos. Los seguros espaciales cubren los daños o pérdidas de satélites, lanzadores y equipos asociados, y habitualmente los suscriben profesionales como ingenieros de telecomunicaciones o aeronáuticos. Las sumas aseguradas son muy elevadas y los riesgos requieren de una alta preparación técnica.
Las causas más importantes de los siniestros de estos aparatos se producen durante la fase del lanzamiento del satélite y al sobrepasar un cierto número de años en órbita.
Sin embargo, las coberturas se han extendido más allá, y por ello también existen seguros que cubren tanto los riesgos anteriores al lanzamiento de un vehículo espacial como los posteriores.
En ese sentido hay que destacar un factor importante, el de la responsabilidad: pese a que el riesgo suele ser transferido al comprador del satélite en el momento del lanzamiento, durante el proceso de fabricación y la campaña de prelanzamiento el fabricante es el responsable de los daños materiales y pérdidas físicas que pudiera sufrir el dispositivo.
En líneas generales podemos distinguir dos tipos de seguros espaciales: los previos al lanzamiento y los de lanzamiento y vida en órbita. En lo que respecta al primer grupo, las principales coberturas son las de transport and campaign, que cubre la fase de transporte del satélite desde la finalización de la fabricación hasta el lugar de lanzamiento; las consecuencias financieras en la fase de pre-lanzamiento y la responsabilidad civil en el lugar de lanzamiento.
Los seguros espaciales de lanzamiento son la principal cobertura que se adquiere en el mercado asegurador. Lo normal es que la contrate el operador del satélite. Cubre un fallo en la fase de lanzamiento, la pérdida o el daño del satélite o la disminución o anulación de su capacidad operativa. Su periodo de cobertura puede variar desde el lanzamiento más 180 días hasta varios años.
Por su parte, las pólizas de vida en órbita entran en vigor una vez que el satélite está en el espacio y su operador presenta un documento llamado Estado de salud del satélite que determina su buen funcionamiento.