La aseguradora incorpora nuevas herramientas con el fin de dar respuesta a los nuevos retos y mejorar la eficiencia de sus procesos
Asisa seguirá desarrollando en los próximos años su apuesta por la digitalización y la incorporación de la última tecnología, tanto en el ámbito asistencial como en la gestión y la atención a los clientes.
La junta consultiva de la aseguradora, que se celebró recientemente en la Torre Foster de Madrid, estuvo presidida por el presidente del Grupo Asisa, Francisco Ivorra.
En ella se analizaron los pasos que la compañía ha dado en los últimos ejercicios con respecto al desarrollo tecnológico y la digitalización de sus procesos. Una evolución que ha provocado “profundos cambios” en la gestión.
El objetivo final de este proceso, como explicó el consejero delegado de la empresa, Enrique de Porres, es “consolidar nuestra capacidad para dar respuestas a las necesidades que tenemos como grupo, transformar nuestra compañía para atender mejor a nuestros clientes y mejorar el conocimiento que tenemos de ellos y de sus necesidades”.
Además, se pretende “reducir la burocracia de todos los procedimientos para ser más ágiles y eficientes en nuestra gestión”.
La apuesta por la tecnología ha permitido que la red asistencial del Grupo Asisa haya incorporado “los instrumentos y herramientas más avanzados para desarrollar las últimas técnicas de diagnóstico y tratamiento”.
Asisa ha desarrollado Green Cube, una herramienta integral de historia clínica y gestión sanitaria que facilita la explotación de los datos y ayuda a la toma de decisiones.
Desarrollada por el grupo a través de Tich Consulting, Green Cube está instalada en una treintena de hospitales y centros médicos y ha ganado varios concursos internacionales. Esta herramienta será el software de gestión del Centro Hospitalario Ibn Sina (Rabat) o del Bona Dea International Hospital en Bakú.
Además, la compañía ha incorporado nuevas herramientas para gestión de pólizas y ha desarrollado un paquete de apps.
Estas permiten que los asegurados puedan autorizar las pruebas diagnósticas y los tratamientos habituales desde sus teléfonos móviles; tener acceso inmediato al directorio de centros y profesionales médicos; consultar la tarjeta de salud y/o dental en el smartphone; o acceder al listado con respuestas a las preguntas más habituales.
A corto y medio plazo, Asisa seguirá apostando en esta línea, con el diseño e implantación de nuevas herramientas que permitan aportar valor a la compañía. Se pretende integrar la información para ofrecerla a los clientes de manera inmediata; facilitar los procesos comerciales, como la contratación online; mejorar la satisfacción de los clientes; ampliar la información para los profesionales del cuadro médico; o mejorar la capacidad de diagnóstico y tratamiento en el Grupo Hospitalario HLA, Asisa Dental y el resto de empresas asistenciales del grupo.
Para analizar los retos que la tecnología supondrá a corto y medio plazo para la medicina, el doctor Ignacio Hernández Medrano, neurólogo del Hospital Ramón y Cajal, impartió durante la junta la conferencia El profesional sanitario ante un mundo de datos.
Medrano reflexionó sobre las aplicaciones del big data en medicina y cómo el análisis de datos cambiará los entornos sanitarios en los próximos años. De hecho, en su opinión, “la medicina personalizada no es más que el aterrizaje del big data en los datos de salud. La idea es poner las tecnologías al servicio de la medicina”.
Según el neurólogo, becado por la Singularity University en 2014, las nuevas tecnologías han hecho posible que vivamos en una “explosión de datos” dentro de un mundo digitalizado.
Para el ponente “lo que se digitaliza, se desmaterializa, se desmonetiza y se democratiza. Y no hay nada generado por los humanos que genere más datos que la sanidad”. Esta situación hace de la salud digital “una gran oportunidad”.
Para Hernández Medrano el big data representa “un cambio en la forma en la que el ser humano se enfrenta al conocimiento”, ya que la tecnología “ve correlaciones donde la mente humana no puede verlas”.
El neurólogo afirma que “vamos a ver la transición hacia la medicina basada en algoritmos”, ya que “la forma de enfrentarse a las variables de una historia clínica de una máquina es muy distinta a la humana”.
Esto tendrá numerosas aplicaciones en medicina, como en el desarrollo de fármacos y la investigación en enfermedades raras, y supondrá el fin de la medicina poblacional dando paso a la medicina personalizada: “Ya estamos en ello, lo que pasa es que hay un sesgo cognitivo: el futuro llega, pero cuando llega, lo asumimos tan rápido que parece que nunca lo hizo. El genoma es la clave, es el esqueleto del big data en Sanidad”.