El uso de dispositivos o aplicaciones para el cuidado de la salud es aún minoritario en España. Si bien Murcia, con un 23%, y Navarra, con un 18%, encabezan la lista de comunidades autónomas que más utilizan la tecnología para cuidar su salud. En el otro extremo se encuentran Galicia (9%), Extremadura (10%) y Madrid (10%).
Según el I estudio sobre Salud y Estilo de Vida de Aegon, ocho de cada diez españoles no emplea aplicaciones o dispositivos para el cuidado su salud. Así, de acuerdo con el informe, solo el 14% de los encuestados las utiliza y, en estos casos, su empleo está relacionado con la práctica de algún deporte y la actividad física.
Si nos fijamos en la edad de los entrevistados, no hay una tendencia única: los más escépticos respecto al papel de la tecnología a la hora de mejorar la salud tienen entre 35 y 44 años. Por otra parte, los resultados muestran que los más jóvenes confían más en la tecnología para mejorar su salud. Por sexos, los hombres (17%) están más familiarizados que las mujeres (11%) con estos dispositivos.
En general, existe una opinión mayoritaria sobre los efectos positivos de la tecnología en la salud: para más del 70% ayuda a mejorar el servicio y la accesibilidad de los servicios sanitarios, a plantear nuevos retos saludables (62%), a tener más controlado el estado de salud y a estar más informado (54%).
Los avances tecnológicos han permitido la aparición de todo tipo de dispositivos y aplicaciones para que las personas lleven un control de su salud. “Evidentemente, la calidad de estos gadget y aplicaciones es muy variable. Aunque su precisión nunca será equiparable al diagnóstico que realice un profesional sanitario”, comenta Carmen Martínez, responsable de investigación de mercados de Aegon para España. “Desde Aegon recomendamos que los usuarios siempre consulten con un especialista y hagan un seguimiento de su estado de salud con su médico cabecera”, añade.