El informe Mujer joven y actividad física de Fundación Mapfre y la Universidad Rey Juan Carlos recomienda una oferta de actividades deportivas que fomente las relaciones interpersonales para reducir la brecha de género en la práctica deportiva.
Según dicho informe, el 76% de las mujeres entre 12 y 25 años no cumplen con las recomendaciones mínimas de actividad física establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), 16,7 puntos porcentuales menos que los hombres (59%). Ellas realizan un 33% menos de práctica de actividad física. Esto pone de manifiesto la existencia de una importante brecha de género en la práctica de deportes.
Estudios y competitividad
Del informe se desprende que las mujeres comienzan a abandonar la práctica deportiva principalmente a partir del Bachillerato, debido a su madurez y sentido de responsabilidad. En esta franja de edad es mayor que la de los chicos, lo que les hace preocuparse más por sus estudios y su futuro que por la realización de actividad física. También influye que no encuentren una oferta deportiva adaptada a sus motivaciones y que cuenten con menor apoyo de la familia y su entorno próximo para seguir haciendo deporte.
La oferta deportiva actual fomenta en mayor medida la competitividad que las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo, dos valores con los que se identifican más ellas. Según las encuestas, contribuirían a incrementar su interés y motivación hacia la realización de actividad física.
Tendencia negativa
El estudio también revela que la falta de actividad física en la juventud española es una tendencia que se mantiene desde hace 15 años. Según los investigadores no presenta señales de cambio.
Entre las barreras que encuentran ellas para la práctica de actividad física está la elevada carga académica a la que están sometidas, las nuevas formas de ocio especialmente vinculadas con la nuevas tecnologías, el hecho de que creen que tienen menos habilidades y destrezas para el deporte y un mayor sentimiento de miedo al ridículo cuando interactúan con los chicos.
Con diferencias a partir de los 16 años
Planificar una oferta deportiva diferenciada por género, especialmente a partir de la etapa entre 16 y 18 años. Es una de las recomendaciones a las que hace referencia el estudio con el fin de promover la continuidad de la práctica deportiva de la mujer joven fuera del entorno escolar.
También propone a la administración pública, centros y clubes deportivos que reformulen la oferta según las preferencias de la mujer joven, con programas que favorezcan las relaciones interpersonales, la superación de retos asumibles y que fomenten la expresión de habilidades y capacidades personales.
El estudio aconseja que animen a los adolescentes a ser físicamente activos. Y a las familias, figuras de referencia, que transmitan los beneficios que conlleva la práctica de ejercicio para la salud, el rendimiento académico y adquirir valores como la responsabilidad y la disciplina.
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