El éxito de la transición energética global dependerá de la acción conjunta de gobiernos, empresas e instituciones financieras. La implementación de planes claros, el acceso a la financiación y el progreso tecnológico son esenciales para avanzar hacia un futuro descarbonizado.
Las inversiones en energías renovables e infraestructuras son cruciales para la transición energética. Un informe de Crédito y Caución revela que estas inversiones deben aumentar considerablemente en los próximos años para alcanzar los objetivos climáticos de París.
China: un actor clave en la transición energética
En 2023, se invirtieron 2,8 billones de dólares en energía, con el 60% destinado a renovables y el 40% a fósiles. Para una transición efectiva, se estima que las inversiones en energías limpias deben alcanzar entre 3,8 y 4,7 billones de dólares para 2030. Las economías emergentes y en desarrollo requieren un aumento significativo en estas inversiones, ya que actualmente el 90% de las inversiones en energías limpias se concentran en China y las economías avanzadas.
El informe destaca tres tendencias clave para la transición energética
- Eficiencia energética.
- Electrificación.
- Reducción del uso de combustibles fósiles.
La intervención gubernamental, el acceso a la financiación y el progreso tecnológico son factores determinantes para su éxito. Se necesita un mayor despliegue de tecnologías existentes y comercialmente viables, así como innovaciones para descarbonizar sectores industriales pesados y el transporte de larga distancia.
Invasión rusa de Ucrania: acelerador del despliegue de energías limpias
La crisis en Ucrania ha acelerado el impulso hacia energías limpias en todo el mundo. Países como China han intensificado la fabricación de tecnología de energía solar fotovoltaica y vehículos eléctricos. Esto, combinado con el cambio en el patrón de consumo en China hacia un enfoque más centrado en el consumo, ralentizará la demanda de energía y las emisiones de CO2.
La competitividad de las energías limpias es fundamental
Se espera que el aumento de la escala y la innovación tecnológica reduzcan los costos y aceleren su implementación. Sin embargo, se necesitan acciones concretas para garantizar una transición energética exitosa, con una fuerte orientación hacia las energías renovables y una reducción significativa en el uso de combustibles fósiles.
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