El testamento constituye la voluntad de una persona sobre cómo han de repartirse sus bienes cuando falte. En el documento se detalla el porcentaje de los bienes a repartir a cada heredero, así como los bienes concretos que se deseen otorgar a beneficiados o legatarios, según el Consejo General del Notariado. 

Sin embargo, una de las mayores polémicas a este respecto es la partición de herencia cuando uno de los coherederos se niega a otorgarla. La sucesión queda estancada porque los herederos no se ponen de acuerdo. Y puede que incluso esa imposibilidad se produzca porque estén de acuerdo todos los interesados, menos uno, el cual se niega a firmar la aceptación o renuncia de la herencia, provocando un bloqueo efectivo.

Tal como destacan los expertos legales de Das Seguros, ello puede venir motivado por diversas razones: porque se desconozca su paradero, porque no esté de acuerdo con la forma en que se va a partir o incluso que entren en juego rencillas familiares.

Ley de Jurisdicción Voluntaria: 30 días para aceptar o repudiar una herencia

Como apuntan desde Das Seguros, hasta 2015 en casos de inmovilismo por parte de uno de los herederos, se preveía la intervención judicial, lo que alargaba el proceso con los diversos cargos asociados. Sin embargo, a partir del 2 de julio de ese año, se modificaron los preceptos señalados para solventar los inconvenientes de una herencia conflictiva.

“Así, actualmente, el artículo 1005 del Código Civil señala que en estos casos el Notario puede comunicar al heredero que provoca el bloqueo, que tiene un plazo de treinta días naturales para aceptar o repudiar la herencia.  El Notario le indicará, además, que si no manifiesta su voluntad en dicho plazo la herencia se entenderá aceptada pura y simplemente, conforme al derecho español”, señala la aseguradora.

Por lo tanto, los llamados a una herencia que otro llamado se empeña en obstaculizar tienen mecanismos prácticos para solventar su situación. Por otra parte, los gastos judiciales que se hayan realizado en beneficio de todos los coherederos serán a cargo de la llamada “masa hereditaria” (el conjunto de los bienes del difunto) y los que beneficien a uno de ellos, serán de su cargo de forma exclusiva.

¿Qué se debe hacer a falta de testamento en el momento de morir?

En caso de que el fallecido no haya dejado constancia de un testamento, existe un orden legal a seguir para repartir la herencia. En el Derecho Común, en primer lugar, están los hijos, seguidos por los padres y cónyuges, pero las circunstancias individuales de cada uno están sujetas a diversas variantes y por ello es importante consultar con un experto sobre la situación específica en que uno se encuentra. Una vez averiguado quién o quiénes tienen derecho a ser nombrados herederos, la información debe quedar recogida en un documento público denominado la Declaración de Herederos. Se puede tramitar el caso por vía notarial con la participación de 2 testigos.